Más de 60 sexagenarias y septuagenarias de toda España fueron entrevistadas por los responsables de La botica de la abuela antes de descubrir que en un pueblo andaluz vivía una señora que resultaría la persona ideal para ser la protagonista del programa. Hasta allí fueron y, no sin trabajo, convencieron a Inés Almagro de que colaborara con ellos. Ahora, media España la reconoce por la calle. Qué menos para una persona que hoy, por ejemplo, nos explica cómo curar el dolor en el hombro.

--Parece que tuvieron que convencerla para hacer el programa.

--Me llamaron unos familiares para ver si podía recibir y ser anfitriona de una gente que venía a ver el pueblo, y yo accedí. Pero cuando me contaron la verdad, que venían a pedirme que colaborara en un programa de televisión, dije inmediatamente que era imposible. Pero me insistieron tanto mis hijas y mi yerno, que no me quedó más remedio.

--¿Y cómo lo lleva?

--Lo digo siempre: yo pongo la voluntad y Dios pone lo demás. Y como es tan sencillo como la vida misma, pues todo sale adelante.

--¿Cómo era su vida antes de esto?

--Más tranquila, porque viajaba menos, pero siempre he sido una persona muy activa, porque tengo nietos y me ocupo de ellos. Iba mucho al campo, colaboraba algo en la parroquia, lo mismo que sigo haciendo.

--¿Dónde aprendió todo lo que sabe de estas cosas?

--De mis antepasados. Mi abuela Inés ya tenía en casa muchas bolsitas con todas las hierbas que curan. Y como estuve 11 años en una farmacia como auxiliar, tuve ocasión de elaborar muchas fórmulas magistrales, que se elaboraban con extractos fluidos de las plantas.

--¿Visita mucho a los médicos?

--Muy poco, porque soy una mujer muy sana. Vamos, que la última vez que he ido no estaba en los registros. Con decir que no conozco a la doctora del pueblo.

--¿Para qué enfermedades se atrevería a recomendar algo y para cuáles diría que fueran al médico?

--El médico siempre, desde luego, a no ser que se vea que no es complicado, como un resfriado o algo así. Creo firmemente en la medicina oficial, pero si un constipado lo eliminas simplemente con unas inhalaciones de eucaliptus, romero o tomillo, pues miel sobre hojuelas.

--¿Tienen remedio casero los males del mundo, como el hambre, la guerra o la injusticia?

--Sí, la razón y la inteligencia. Razonar y analizar lo malo y lo bueno.

La botica de.... La 2, 12.45