Entró en Hospital Central como un divertimento, y ahora es uno de los rostros populares de la serie. Angel Rouco compagina su trabajo en el Samur con la grabación de esta ficción.

--Mucha gente no sabe que usted es conductor de ambulancias de verdad.

--Pues sí. Trabajo como conductor técnico de emergencias del Samur de Madrid. Mucha gente puede ya dar fe de ello, porque me ha visto en plena faena.

--¿Cómo fue ese curioso salto a Hospital Central?

--Vinieron los de Videomedia buscando a alguien que condujera una ambulancia. Mi jefe cedió una, pero puso como condición que la condujera uno de los suyos. Se puede decir que yo formaba parte del atrezo.

--¿Por qué le eligieron a usted?

--Nos hicieron un casting a ocho sanitarios y creo que fui el menos malo. En principio, iba a hablar muy poco: "Sí, voy, vale". Ese era todo el texto que tenía Diego. Pero un día no sé qué pasó con un actor y me dieron una parrafada impresionante. Yo les dije que me atrevía con lo que fuera porque no he tenido nunca vergüenza: cuando nací me cortaron el cordón umbilical y la vergüenza.

--¿Le reconocen mucho por la calle después de 10 años en Hospital Central?

--Sí. Dese cuenta de que vas vestido del personaje. El otro día, venía con mis hijos de comer y se paró una familia a hablar conmigo. Estuvimos charlando 20 minutos. La audiencia que marcan los audímetros es mentira. Es imposible que a mí, que soy un personajín de nada, me reconozca medio Madrid y luego resulte que no nos ven.

--Me imagino que habrá vivido muchas anécdotas...

--Sí. Un día, un chaval resbaló en un parque y se destrozó el tobillo. Tenía una luxación. Me mandaron ir a por la analgesia. Como le vi nervioso, le dije que se tranquilizara. Al verme, puso cara de alucine y me dijo: "¡Tío, tú eres el de la tele, el que conduce la ambulancia!". El médico se percató, le colocó el tobillo y no le pinchamos la analgesia. El estar centrado en el impacto que había recibido al verme fue mano de santo. Yo pensé que para algo me había servido lo de la tele. Soy un analgésico total.

--¿Abandonaría su trabajo en el Samur para probar fortuna como actor?

--Nunca. Lo que me llena de verdad es mi ambulancia, atender a los pacientes, intentar curarles... Esto es un poco jugar. De todos modos, no descarto que uno de los directores de la serie haga una película y me diga que tiene un personaje para mí.

--¿Y si le llama Pedro Almodóvar para hacer de conductor de ambulancias?

--Ya lo tiene. Se llama Paco y es un voluntario del Samur que apareció en Los abrazos rotos . Que le llame a él, que yo sé que le mola.

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