Algo pasa en la tele cuando Los Lunnis , los Teletubbies y Barrio Sésamo pueden considerarse programación para mayores. Suena exagerado, pero no lo es tanto cuando se mira Baby First TV, un nuevo canal de 24 horas que debutó hace dos semanas en la televisión por cable de EEUU y que busca atraer a un público en pañales. Destinado a bebés de entre 6 meses y 3 años de edad, el canal ha desatado una oleada de críticas entre pediatras. Sin embargo, sus fundadores hablan satisfechos de su proyecto y presumen no solo de una gran aceptación por parte de los padres en los primeros días de emisión, sino de un gran interés en el mercado internacional, incluyendo España, donde ya hay varios grupos que negocian la adquisición de los derechos de emisión.

Que haya nacido Baby First TV no ha sorprendido a nadie. "Es una mala idea, pero no sorprendente", apunta, en una entrevista telefónica, el doctor Dimitri Christakis, pediatra del Children´s Hospital & Regional Medical Center de Seattle (Washington). "Hay una clara presión del mercado que está detrás de todo esto. En los últimos años se ha incrementado mucho el visionado entre los niños menores de 3 años y hay un boyante mercado de DVD destinados a ellos", explica.

VOZ DE ALERTA

Precisamente, hace un par de años Christakis realizó un informe alertando sobre la temprana exposición a la televisión y los subsiguientes problemas de atención. "No hay evidencias de que la programación sea beneficiosa para los niños, pero sí hay pruebas de que puede ser perjudicial", asegura el pediatra.

El floreciente mercado de vídeos del que habla el doctor Christakis --con productos como Baby Einstein -- fue precisamente el que inspiró a Sharon Rechter, cofundadora de Baby First TV. "Veíamos que había mucha demanda, padres que buscaban programación de calidad", dice desde California, donde está la sede de la cadena.

Rechter habla apasionadamente de los dos años y medio de preparación del proyecto y de la colaboración de "expertos líderes en su campo" para crear cientos de horas de programación original (que ahora llena el 80% de la parrilla). Destaca el desarrollo de "herramientas de aprendizaje", como el uso de subtítulos y de un sistema de colores, y habla de un manual que los padres pueden descargar en su web (www.babyfirsttv.com), que recibió 250.000 visitas en las 48 horas siguientes al estreno del canal. En ese manual hay guías para los padres para, por ejemplo, estar atentos cuando aparece una bola en la pantalla para preguntarle al niño de qué color es la bola. "Son nuevas formas de que se interactúe con los pequeños", asegura. Lo que defiende Rechter lo critica con la misma pasión el doctor Christakis. "Todo eso es una tremenda majadería --dice el pediatra--. Los padres no ven televisión con los niños, y un adulto no puede soportar más de media hora un programa creado, diseñado y editado para captar la atención de un bebé. Sentarlos delante de la tele es simplemente una oportunidad de desentenderse un rato de ellos. Y es ridículo hablar de la interactuación. ¿Desde cuándo se necesita la televisión para interactuar con un bebé? Solo hace falta una cuchara, una caja o cualquier objeto casero para lograr esa interactuación. Ponerlos frente a una pantalla es una oportunidad perdida de interactuar con ellos verdaderamente".

EL CONTENIDO

Pero Rechter se defiende: "Creo que lo importante no es el medio, en este caso la televisión, sino el contenido --afirma--. Es un hecho que los niños pequeños están viendo la televisión, así que la cuestión pasa a ser que vean contenido de alta calidad", asegura.

Baby First TV --ahora, sin anuncios-- es una golosina en términos económicos. Ha despertado interés comercial y muchos canales y empresas relacionadas con el mercado infantil ya han contactado con ella. El doctor Christakis no tiene dudas de que, pese a las críticas de la Academia Americana de Pediatría, la cadena "será un éxito".