Elena Sánchez, defensora del espectador de RTVE, aseguró el sábado pasado que sus valoraciones no son "vinculantes" y que "no tiene capacidad" para decidir sobre los contenidos de la televisión pública.

La periodista justificó así la decisión del presidente de RTVE, Alberto Oliart, de volver a colgar en la web un polémico reportaje de Españoles en el mundo , centrado en Jerusalén. El documento, emitido el pasado mes de diciembre, fue retirado unos días después de la web del ente público a instancias de la defensora, que consideró que el capítulo "estaba incompleto".

El programa de la defensora (La 2) trató en su emisión del sábado la polémica suscitada por el reportaje. En su día, Sánchez explicó que había recibido 170 comunicaciones del público con críticas que contenían "consideraciones políticas sobre el conflicto palestino-israelí" que los telespectadores "estimaban que no se habían reflejado en el programa". Lola Molina, directora de programas y contenidos de TVE, aseguró el sábado que la dirección no había recibido "peticiones" para excluir la zona árabe de Jerusalén del reportaje de Españoles en el mundo .

Asimismo, defendió la exclusión de dos cooperantes españolas de la emisión porque hicieron consideraciones "que no encajaban mucho en la filosofía del programa" ni explicaban "cómo vivían allí". Y añadió que lo que ambas contaban también lo mostraron otros personajes: "La primera persona que entra en el programa, Pilar, nos enseña el Muro de las Lamentaciones y nos lleva al cruce de las religiones y a las mezquitas. Y ellas nos contaron Belén como lo hace Fray Antonio". Molina recordó que, una vez visionado el capítulo tras las quejas, regresó a la web de RTVE porque "era apto para la emisión".

Sánchez insistió en que su opinión no estuvo vinculada a "consideraciones políticas", sino a "razones profesionales".