Diego Martín (Policías, Aquí no hay quien viva ) protagoniza la segunda temporada de Hermanos y detectives , una producción que sigue los casos de Daniel (Martín), un inspector de policía que cuenta con la eficaz ayuda de Lorenzo (Rodrigo Noya, que participaba en la serie original argentina en la que se basa la española), un niño superdotado.

--¿A qué se enfrentarán Daniel y Lorenzo esta temporada?

--Primero, se han enfrentado a la distancia que había entre ellos, ya que en el primer episodio Lorenzo seguía en la Escuela para Mentes Brillantes de Quebec. Después, Daniel empieza con una vida un poco revuelta sin su hermano y, profesionalmente, todo le va a peor. Su reencuentro da pie a los nuevos casos.

--¿Seguirán los rifirrafes con el subcomisario Serrano?

--Eso es un clásico. Nos seguirá fastidiando, pero en un ámbito más distante. Esta temporada, Serrano tiene más sitios que recaban su atención.

--¿Logrará Daniel la estabilidad en el amor con Carmen?

--Una vez que ha conseguido a la chica, ahora Daniel se planteará qué hacer. Empezará a tener otro tipo de miedos respecto al compromiso y sobre cómo influye una pareja en su vida con Lorenzo. Luego aparecerá María (Inge Martín) como fuerza intermitente que hará que el triángulo amoroso de esta temporada se mantenga en tensión hasta un sorprendente final.

--¿Es complicado trabajar con un niño?

--En principio, no soy muy defensor de los niños trabajando, solo por el hecho de que esto es un empleo y conlleva unas presiones a las que un niño no debería ser sometido. En televisión, no me resulta demasiado creíble ver niños, sobre todo en un papel con tanto peso como era el de Lorenzo. Pero cuando vi a Rodrigo en la serie original argentina me pareció fuera de lo común y es verdad que trabajar con él es especialmente fácil.

--¿Cómo es su relación?

--Supongo que a toda la gente que sea ajena a este mundo le sonará a tópico, como todas esas cosas que decimos los actores de que somos como una gran familia. La verdad es que cualquiera que nos haya visto juntos asume que parecemos hermanos en la vida real. A mí me hace retroceder como 15 años de edad y andamos a la greña, jugamos, nos peleamos, nos enfadamos, nos reímos... como hermanos.

--El ha comentado en alguna ocasión que usted le daba consejos y a veces le regañaba como si fuera su padre...

--Quizá con permiso o sin permiso sí que adopté un poco ese papel de intentar protegerle, de aconsejarle, porque me parece que un niño en un país nuevo, solo, con el nivel de responsabilidad y presión que tiene en una serie de televisión como esta, pues hay que estar a su lado.

--¿Considera que el ritmo de rodaje en el mundo de la televisión es demasiado absorbente?

--Es duro y a veces se hace pesado. Aunque el otro día leía unas declaraciones de Penélope Cruz con las que estoy de acuerdo, y es que también me cansa oír quejas de lo durísimo que es estar en un rodaje. Tiene sus cosas, como cualquier trabajo, pero es algo sobre lo que me parece que cuesta quejarse cuando se está trabajando sobre todo viniendo de los actores, que tenemos una profesión muy vocacional.

--La trama de la serie sigue la estructura de un relato detectivesco. ¿Usted es de los que leían a Agatha Christie?

--Sí, el género policiaco, detectivesco, me gustaba mucho de más joven, en el terreno audiovisual y literario. Me gustaban Arthur Conan Doyle, Agatha Christie, George Simenon...