Un arbitraje privado ha ordenado a Fox pagar 179 millones de dólares (157 millones de euros) a los protagonistas y productores de Bones por una disputa sobre los beneficios que generó esta serie policiaca, según The Hollywood Reporter. El caso se remonta al 2015, cuando los dos protagonistas, Emily Deschanel y David Boreanaz, demandaron al conglomerado 21st Century Fox por venderla por debajo del precio de mercado, algo que habría perjudicado a los actores a la hora de participar en los beneficios de la producción.

La clave de la denuncia, según la acusación, reside en la naturaleza de 21st Century Fox, una gran compañía mediática con negocios en la producción de contenidos audiovisuales y en la emisión de los mismos. A la acusación de Deschanel y Boreanaz se unieron, posteriormente, el productor ejecutivo, Barry Josephson, y la escritora Kathy Reichs, cuyas novelas autobiográficas sirvieron de inspiración para la serie. El arbitraje otorgó la razón a los demandantes, ordenó a Fox que les abone 157 millones de euros, y estimó que los testigos de Fox incurrieron en falso testimonio.