El Gobierno español se plantea empezar a emitir sanciones para evitar que los niños se conviertan en las principales víctimas de la batalla entre las cadenas televisivas por ganar audiencia. Así lo aseguró ayer el Defensor del Pueblo, Enrique Múgica, que calificó de "horrorosa" la influencia que ejercen las televisiones, tanto públicas como privadas, sobre los menores.

Múgica admitió que la única manera de "velar por la salud moral y mental de la población" deberá venir con sanciones. Para el Defensor, los elevados contenidos de sexo y violencia presentes en la parrilla durante el horario de protección infantil (de 6.00 a 22.00 horas), vulneran el acuerdo alcanzado entre las cadenas y el Gobierno.

MOTIVOS ECONOMICOS

Los motivos del incumplimiento de este acuerdo son puramente económicos y se deben a "un afán de competencia que va cada día a más", criticó Múgica, que aprovechó para manifestar su desacuerdo con la poca preocupación de las emisoras por la educación de los niños, a la que consideró como una prioridad del Gobierno.