Harto de la Moncloa y de la política, el caballero Zapatero quiere volver a ser un hippy, hacer el amor y no la guerra y promover la fraternidad universal. Su criado Solbes siempre le recuerda que eso ya no es posible, pero Zapatero, enloquecido leyendo y releyendo el clásico cervantino, inicia un viaje en busca de los años 70. Le acompaña Solbes, permanentemente obligado a ser cortapisa de la asombrosa sinrazón de Zapatero... Esta es la trama de la que partirá un especial de Los guiñoles , con el que el programa de Canal+ quiere hacer su personal homenaje a el Quijote.

Esta original versión de la obra de Cervantes, que actualmente se graba en exteriores de Madrid y Castilla La Mancha, se estrenará en diciembre, como preámbulo al cuarto centenario de la publicación del clásico, que se cumplirá en el 2005.

Aunque el Quijote es el hilo conductor, así como los personajes y escenarios, el show no es fiel a la obra. En la historia, los muñecos de Zapatero y Solbes viven muchas aventuras en las que salen otros personajes del guiñol. Como Santiago Segura, un ventero cabreado con el turismo rural, y Ferran Adri , que prepara una estupenda cena de buñuelos de aire para Bush, Chirac y Schröder.

En otro episodio, Rajoy, Zaplana y Acebes atraviesan el desierto de la oposición, purgando sus pecados como penitentes. Pero como Zapatero se ha vuelto loco, quiere liberarlos de su opresión. Y en otro, aparece Camacho propinando unos buenos latigazos a los galácticos porque no entrenan con suficiente energía.

30 MUÑECOS

Unos 30 muñecos intervendrán en este especial que aún no tiene final: los guionistas quieren ceñirse al máximo a la actualidad. "Siempre se pueden ir incorporando diálogos o personajes nuevos, para estar lo más cerca posible de la actualidad", comenta Tony Fernández, director del especial, quien comenzó a trabajar en el proyecto tras el cambio de Gobierno.

La grabación del especial se hará simultáneamente a la emisión diaria del programa en Canal+, que iniciará la nueva temporada el 6 de septiembre. "El equipo lo formamos 30 personas que, en 35 jornadas de trabajo entre exteriores y plató, vamos a sacar adelante un programa que tendrá media hora de duración", explica Sebastián Beltrán, productor del show.

Cada nueva temporada de los guiñoles fichan a unos 10 personajes nuevos. Pero, además de carísimo (unas 800.000 de las antiguas pesetas por muñeco), el proceso es lento, porque "desde que se decide encargar un guiñol hasta que se puede contar con él pueden pasar casi dos meses" lamenta Beltrán.