Ayer sábado se cumplió un año de la designación de Rosa María Mateo como administradora única de RTVE, un cargo interino. Es decir, hasta que se resuelva el concurso público para elegir al nuevo consejo de administración y nuevo presidente de la corporación, tal como planificó el Gobierno socialista de Pedro Sánchez, tras la convulsa etapa del PP. Pero lo que se planteaba como un breve periodo, para el que se eligió una profesional de la casa (ya jubilada), con más prestigio que experiencia en gestión, se ha convertido en un largo y turbulento año en el que Mateo ha sido la diana de la oposición, en una RTVE a la deriva y a la espera de futuro. Esta falta de planificación ha llevado a la primera cadena estatal a mínimos históricos de audiencia.

La transitoriedad de Mateo se recogió en un decreto de renovación de RTVE, una de las primeras decisiones del Gobierno socialista para «resolver un problema de urgencia», una situación «anómala, excepcional y de emergencia» que provocó, según el Ejecutivo de Sánchez, el «control ideológico y político» de RTVE, que presidía el popular José Antonio Sánchez. De este modo, a sus 76 años, Mateo volvía a su casa para tomar las riendas de la radiotelevisión pública en la trabajó casi tres décadas (y de la que salió en el 2003 con un ERE). Y lo hizo con bastante más ilusión que preparación.

De hecho, era un caramelo de dos o tres meses. ¿Qué podía pasar? Pero las cosas de palacio… Así, la provisionalidad de su cargo no ha sido tal por la falta de acuerdo para renovar la cúpula de RTVE, y la falta de un Gobierno estable. Total, que estos 12 meses de gestión han estado marcados por sus polémicas comparecencias parlamentarias, por la crisis generada en torno a la celebración del debate electoral en los comicios del 28-A y la continuada caída de audiencia de TVE-1. Según Kantar Media, en junio cayó al 8,7% de cuota, su mínimo histórico (1,2 puntos menos que en junio del 2018). La media de la temporada de TVE-1, del 1 de septiembre del 2018 al 30 de junio del 2019, ha sido del 9,7% (10,8% la anterior). Y los Telediarios ya no son líderes: han perdido una media de 409.000 espectadores, y han pasado del 14,9% al 13,1% de los últimos 9 meses.

En RTVE dicen que sus informativos han ganado en pluralidad y credibilidad, algo «más importante» que la audiencia: «Hicimos un cambio en favor de la credibilidad y la pluralidad tras una etapa en la que los informativos estaban muy ideologizados. (...) Haciendo las cosas bien tiene que venir la audiencia», señalan, en declaraciones a Efe.

Pero si la audiencia es un borrón en su año de interinidad, la polémica por el cambio de día del debate electoral del 28-A en TVE (el consejo de informativos crtiticó el cambio de fecha y que se ajustase la programación «a la propuesta de un partido») permitió a la oposición acusarla de estar al servicio del PSOE, e incluso Albert Rivera pidió su dimisión en pleno debate de TVE.

Tras perder Pedro Sánchez la segunda votación de la investidura, la interinidad de Mateo se podría alargar hasta septiembre.