Ayer debutó en la tertulia final del Día a día (Tele 5) Isabel San Sebastián, periodista últimamente muy nombrada por ser "la primera víctima producida entre la mayoría absoluta y el monopolio", según advirtió el tertuliano allí presente Raúl del Pozo. Es en efecto preocupante que a esta compañera un factótum telefónico la haya podido represaliar intentando silenciarla. Pero reconforta que haya encontrado cobijo rápido, en la prensa (El Mundo ), en la radio (la COPE) y en la tele con la señora Campos. Por desgracia, en este debut, a Isabel San Sebastián no le acompañó la fortuna. El vídeo del programa iba vomitando dramáticas imágenes de la costa gallega, y no había más remedio que comentarlas. Incómodo comienzo para quien se ha distinguido en el papel de fan del Gobierno actual. Su intervención, no obstante, no nos ha defraudado. A la vista del engrudo de fuel machacando la costa, apuntó con esperanza: "Por suerte, los detergentes han mejorado". O sea, un positivismo muy hermoso invocando las maravillas del ataque combinado que Aznar y Manuel Fraga preparan: el de los acreditados lavavajillas Fairy-Mistol-Conejo-Coral, que puestos así, en escuadra, no hay grasa que les aguante. Fue una defensa doméstica si quieren, pero de un heroísmo excitante. Otro momento tremendo fue cuando llamó un gallego, tripulante en petroleros, y advirtió: "Todo esto es una aberración. Cambiamos de gobierno creyendo que harían las cosas mejor, y resulta que las están haciendo mucho peor. A ese petrolero lo lógico hubiera sido vararlo en una ría, cercarla, y sólo allí habría contaminado". Fue una intervención inapelable.

En fin, animamos desde aquí a la nueva tertuliana. Ahora llega la Navidad y vendrán días de gloria. El Gobierno hará posible que el Niño Dios vuelva a nacer en un pesebre, y vendrán los reyes magos Jaime Mayor Oreja, Mariano Rajoy y Rodrigo Rato cargados de regalos. Suscitarán tertulias deliciosas, llenas de entusiasmo.