Itziar Miranda (Estadilla, Huesca, 1978) no está cansada de llevar 17 años siendo la Manolita de 'Amar es para siempre', sino todo lo contrario. Si por ella fuera, firmaría ahora mismo un contrato vitalicio que le garantizara oficiar de ancianita anfitriona en la Plaza de los Frutos. En esta entrevista, concedida con motivo del capítulo 2.000 al que llega este martes (16.30 horas) la entrañable serie de sobremesa de Antena 3, lo explica un poco mejor...

¿Qué supone para usted llegar a los 2.000 capítulos?

Todo el mundo habla estos días de cifras, pero yo no veo cifras. Veo una vida entera, porque yo entré con 25 años y tengo 42. Veo todo lo que he vivido y aprendido, que es mucho. Es un lujo y un privilegio trabajar en una ficción transformadora como esta que ha hecho historia. 'Amar...' une mucho, en un mundo tan plural, a gente con diferente ideología. En ese sentido es muy transversal. Se ha convertido en una tradición como la siesta española: la siesta con 'Amar'

¿Hay algo especial en este capítulo o es un episodio normal?

En esta serie ya no hay capítulos normales y corrientes. Y el 2.000 mucho menos. Va a ser un episodio lleno de intrigas que va a marcar un antes y un después. Yo estoy enganchada a la serie. Antes me esperaba hasta el domingo para leerme los guiones, y ahora los leo en cuanto me los entregan los viernes.

¿Cuáles son los límites de esta serie?

Yo no veo ningún peligro. El público es tan fiel que no creo que existan límites. Los guionistas no solo no se cansan de nosotros, sino que este año nos han dado el protagonismo después de 16 años. Ni la serie ni los personajes están encasillados en nada: evoluciona con el tiempo y con las diferentes épocas por las que discurre.

¿No se cansa de hacer siempre el mismo personaje?

No me canso porque el personaje no está nada encasillado. Al tener al principio 20 años, Manolita ha atravesado por todas las edades. Los guionistas tienen un talento desbordante y no paran de hacernos regalos. Son la joya de la corona.

¿No se siente como Imanol Arias (Antonio Alcántara) en 'Cuéntame'?

Es que no sé cómo se siente él. Yo me siento muy realizada como actriz. A mi no paran de llamarme para hacer otras series y teatro. Y eso hace que no me aburra y no me encasille.

¿Ha notado alguna diferencia entre trabajar para TVE y para una cadena privada como Antena 3?

Nosotros no hemos cambiado de plató, de camerino, de equipo técnico Supongo que la productora notará diferencias a la hora de relacionarse con TVE o Antena 3. En esta segunda etapa, Atresmedia me ha animado y acompañado para tener dos hijas. He notado mucho amor por parte de ellos. Compraron una serie que les encantaba y que TVE no quería. Le tenían mucho cariño y nos lo han demostrado.

¿Quién ha madurado más en estos 15 años: Manolita o Itziar?

Manolita va muy por delante de mi. Me enseña cada día. Con los saltos de tiempo es mayor que yo y es mucho más sabia y más madura. Es una superviviente que no se ahoga con nada. Muchas veces me pregunto qué haría Manolita en este momento, y pienso que ella no le daría ninguna importancia a mi conflicto.

¿Ha recibido muchas ofertas para abandonar esta serie por otra?

Sí, pero nadie ha pretendido que abandonara 'Amar' Y las he hecho sin problemas. En esta serie son muy flexibles a la hora de dejarte hacer otros proyectos.

¿Qué compañero/a le ha sorprendido más?

Yo le tengo un respeto profundo y absoluto a Anabel Alonso. Me parece un animal del escenario. Es la persona con más amor y pasión por el trabajo que he visto. Y muy buena compañera. Se aprende mucho con ella. Pero también se aprende de los jóvenes. Ahora ha venido un Alvaro de Juana con 18 años que es un talento desbordante. Tiene una alegría y unas ganas de comerse el mundo que para mi es un ejemplo.

¿Cuál es la mejor persona con la que se ha cruzado en la serie?

José Antonio Sayagués (Pelayo). Tiene una calidad humana, una nobleza y una lealtad bestial. El personaje le va como anillo al dedo. Te escucha, te respeta y te ayuda. Para mi es un referente moral.

¿Cuánto tiempo más se ve haciendo 'Amar'?

Si le soy muy, muy sincera, a mi lo que me gustaría es acabar con un bastón paseando por la Plaza de los Frutos. Me encantaría que eso pasara: tener la edad de Asunción Balaguer cuando estaba en 'Amar...' e ir recibiendo en la plaza a los actores que se incorporan para darles la bienvenida.

¿Les ha costado habituarse a trabajar con tantas medidas de seguridad por el virus?

No, nada. Es un lujo estar tan controlados y cuidados y tener la certeza de que allí no nos vamos a contagiar porque el protocolo es muy estricto. Tenemos trabajo, un trabajo que nos apasiona, y nos sentimos muy afortunados: la situación es dramática para mucha gente en todo el mundo.

¿Cree que esta pandemia hubiera acabado con El Asturiano como ha pasado con tantos y tantos bares del país?

Habría acabado con El Asturiano, porque vive al día. En cuanto los 'asturianos' tienen el mínimo problema el bar se tambalea. Pero a lo mejor nos hubiéramos reinventado, hubiéramos sido los primeros en servir la comida a domicilio y hubiéramos puesto más mesas en la terraza. Eso sí, hubiera habido una crisis familiar muy gorda.

¿Cuál es la anécdota más divertida que le ha pasado con algún fan de la serie?

Bueno, me pasó con una fan que luego fue actriz de 'Amar', con Asunción Balaguer. Ella nos cogió mucho cariño viendo la serie y cuando vino a trabajar con nosotros nos contó que ella creía que Manu Baqueiro (Marcelino) y yo éramos matrimonio también en la vida real. Un día por la calle vio a Manu con su novia de entonces y le sentó fatal porque creía que me estaba poniendo los cuernos a mi. Cuando llegó a la serie le caía tan mal Manu que no le hablaba. Días después, coincidió en Radio Nacional con José Antonio Sayagués y le preguntó que qué le pasaba con Manu. Ella le confesó que había descubierto que me engañaba a mi y que no se lo perdonaba. Y entonces José Antonio se lo dijo: "Pero si no son pareja en la vida real!".