"Cuando me presenté en el casting de Perdidos, el papel exigía una imagen elegante, tipo Prada. Pero yo estaba cansado de todas las tonterías de Hollywood, así que pasé de todo y fui de tirado, como voy siempre, sin afeitar, con una camiseta, vaqueros y mis botas", relata Josh Holloway, que interpreta al malísimo James Sawyer Ford en la serie Perdidos (Lost ) y que acaba de ser elegido como la nueva imagen de la fragancia masculina Cool Water de Davidoff.

Su físico imponente --1,88 metros de altura y un cuerpo fuerte pero mesurado--, una simpatía a raudales y una mirada penetrante le han convertido en el náufrago más enigmático de la serie televisiva con más éxito en EEUU y una de las más seguidas por los internautas.

PASADO OSCURO

El look natural de su personaje es salvaje y con melena aireada, pero Josh no lleva nada bien lo del pelo largo: "Sé que es parte del guión, pero para mí es un rollo. En el rodaje casi siempre tengo que llevar el pelo suelto, pero fuera del trabajo me molesta e intento llevarlo con gorra o incluso recogido", dice. En Perdidos, Holloway hace de chico malo con un pasado oscuro, pero incluso así su gran sentido del humor le convierten en el hombre más deseado para perderse en una isla desierta. "Llevo tanto tiempo interpretando a Sawyer que ha llegado un punto en que nos parecemos. De hecho, tenemos muchos puntos en común", argumenta malicioso. "Mi mérito --prosigue-- es que he conseguido humanizarlo y contagiarle mi acento sureño".

RELAJADA VIDA

Este actor, que el 20 de julio cumple 38 años y que nació en California, reconoce que desde que se casó con Yessica vive más sosegado. "Estoy mucho más relajado al lado de mi esposa. Antes llevaba una vida más descontrolada". "Cuando empecé a tener éxito en la serie, había una parte de mí que me decía que pasara de todo y que disfrutara de la vida, pero no podía ser. Lo medité y llegué a la conclusión de que me tenía que casar, porque no había duda de que estaba muy enamorado", añade. Aunque reconoce que le gusta "flirtear y mirar al resto de las mujeres". "Estoy casado pero no muerto", añade.

Holloway afirma que detesta la metrosexualidad. "Mis cuidados se limitan a una ducha diaria y a practicar mucho deporte al aire libre", apunta. El no está de acuerdo con que "ahora todo el mundo tenga que tener el abdomen como una tableta de chocolate", dice. "A mí me gusta vivir y comer bien. Tengo claro que no voy a renunciar a beber cerveza", confiesa. Y pronostica: "Si nos vamos quitando capas de domesticación, lo que queda finalmente es Sawyer".