Kirsten Dunst es una actriz muy famosa, pero también a reivindicar, redescubrir. A pesar de ser la actriz fetiche de Sofia Coppola y haber rodado a las órdenes de Lars Von Trier, o ser la más fantástica novia de Peter Parker, nunca ha recibido una nominación al Oscar; se ha conformado con un par a los Globos de Oro y una a los Emmy, esta por su papel en la segunda temporada de 'Fargo'. Ahora repite en las series con 'Llegar a ser Dios en Florida', que no solo protagoniza sino también produce. Esta comedia negra sobre una mujer sumergida en la industria de las estafas piramidales llega a Movistar Series el lunes, día 25.

Hicieron falta casi tres años y varios cambios de cadena de AMC pasó a YouTube y de ahí a Showtime para que este proyecto se hiciera realidad. ¿Por qué luchó tan duro por esta serie? Resistió incluso cuando el director inicial, su querido Yorgos Lanthimos 'Langosta', abandonó por problemas de agenda.

Ante todo, fue el personaje de Krystal. Me parecía un retrato muy bien escrito. Y una mujer lo bastante 'freak' como para saber que el trabajo iba a ser divertido. Además, el 'timing' fue perfecto, porque fui madre cinco meses antes de empezar a filmar, así que sabría lo que era lidiar con un bebé.

Tras perder a su marido, no diremos cómo, Krystal debe hacer malabarismos para conjugar trabajo y familia. O trabajo y bebé. ¿Es cierto que su inspiración para las interacciones con la pequeña fue 'Arizona baby'?

Sugerí a los guionistas que echaran un vistazo a la película. Una bebé no es un objeto. En cada escena, debíamos señalar dónde estaba o qué hacía. Es importante para una madre. También improvisé algún momento, como cuando le doy un tubo de cartón de papel higiénico para jugar.

La serie parece un tributo a la resiliencia de la clase obrera.

Lo que más me interesaba del proyecto era que explicaba cómo los esquemas Ponzi se ceban con la gente más débil. Krystal se sumerge en un sistema de márketing multinivel, aunque sabe que no debería, y descubre que es buena en ello.

No sé si usted misma, en algún momento de su vida, se vio tentada por Amway o Herbalife. No lo creo, porque empezó como actriz a los 11 años, pero

No me he visto delante de ninguna oferta así ni conozco a nadie que haya estado tentado por ello. En términos de investigación, tuve que tirar de documentales sobre gurús de la superación personal del estilo de Tony Robbins.

Como decía antes, empezó a actuar siendo una niña. Hace unos años, cuando interpretó a una madre en 'Midnight special', ¿sintió que se cerraba el círculo?

Ojo, antes hice el telefilme 'Madre a los quince' (risas). Pero sí, ese fue mi primer papel como madre adulta, si no me equivoco. No le di importancia, si le soy sincera. Es mucho más significativo ser madre de verdad. Eso es un antes y un después en la carrera de una actriz. De repente te empieza a dar completamente igual lo que opinen de ti. Te sientes más libre.

Usted maduró bastante rápido en el cine. Algunas de las películas que hizo de adolescente eran atrevidas y oscuras, como 'Las vírgenes suicidas', por ejemplo.

Sofia Coppola fue la primera directora que me vio como una mujer. Y que alguien del talento de Sofia retratase el florecimiento de mi sexualidad de esa forma tan sensible, nada explotadora, fue un lujo. La forma en que filmó esa transición me emocionó.

¿Cómo recuerda 'Amor loco, amor prohibido'? Tengo cierta debilidad por esa película.

El guion era muy diferente a lo que solía llegarme por entonces. Me atrapó porque me moría de ganas de hacer un personaje complicado, intenso, un poco rebelde.

Esa película ha ganado adeptos con el tiempo, igual que muchas otras en las que ha participado. Cuesta entender las muchas críticas tibias que tuvo 'María Antonieta'.

Me pasa a menudo y es algo frustrante. Últimamente salen fans de 'Muérete, bonita' por todas partes. Y yo me pregunto: ¿dónde estaba toda esa gente cuando se estrenó?

¿Qué otros títulos de su filmografía merecen otra reputación? Mi voto va para 'La seducción', también de Sofia Coppola.

Es un buen ejemplo. No sé bien qué pasó con ella. Cada año, todo el mundo se pone de acuerdo, misteriosamente, en ensalzar un reducido grupo de películas y desdeñar todas las demás. Hay unas pocas elegidas y, después, el resto. Es irritante. Yo estoy orgullosa, sea como sea, de las decisiones que he tomado. Sé que seguiré trabajando con Sofia durante toda la vida; estamos muy unidas. Nuestra relación es tan estrecha como la de DiCaprio y Scorsese.

Se dice que los únicos papeles buenos para actrices mayores de 30 están en las series. ¿Está de acuerdo?

Lo lo sé. Lo que sé es que, al menos, si haces una serie te van a ver. Porque la gente solo se mueve al cine para ver los 'blockbusters'.

Y cada vez hay más mujeres 'showrunners', o productoras, o guionistas. Y con gran capacidad de influencia y decisión. ¿Qué ha contribuido a 'Llegar a ser Dios en Florida' como productora ejecutiva?

Esencialmente, decidí con quién quería trabajar. Fue increíble. Pude sugerir reparto, diseñadora de producción Annie Beauchamp, directora artística de 'Moulin Rouge', supervisor musical Zach Cowie, el director Charlie McDowell Son todos amigos míos y gente con mucho talento. Quería estar rodeada de gente con la que me llevase bien y pudiese confiar a todos los niveles. Quería proteger la serie. Después de lo que tardó en hacerse, era lo esencial.