Dominic Purcell encarna al rudo Lincoln Burrows, condenado por un asesinato que no cometió, en Prison Break . Durante tres temporadas, su personaje trata de evitar a toda costa un fatídico destino: la pena de muerte.
--Durante su etapa escolar usted era un mal estudiante cuya principal afición era el surf. ¿Cómo apareció la interpretación en su vida?
--Me declaro culpable. La interpretación llegó por casualidad. Después de abandonar la escuela, empecé a trabajar de jardinero. Un día vi Platoon en la televisión y pensé que debía ser divertido formar parte del reparto. Entonces, a través de un anunció en el periódico, acudí a clases de interpretación y la profesora pensó que tenía talento y me animó a dedicarme a ello profesionalmente.
--Ahora que conoce la profesión, ¿es tan divertida la interpretación cómo pensaba?
--Sí. Hay momentos en que puede ser divertido y gozoso. Cuando trabajas con buenos profesionales, la experiencia puede ser muy gratificante. Por otro lado, también puede proporcionarte mucha ansiedad, tristeza y angustia. Es una profesión muy intensa.
--Usted vivía en Australia, ¿cómo llegó a Hollywood?
--Gane una Green Card (permiso de trabajo de EEUU) en una lotería que hace el Gobierno estadounidense cada año. Estaba haciendo mucho teatro en Australia y había participado en un par de películas de televisión. Obtuve el permiso, algunos agentes vieron mi trabajo y todo se puso a tiro. Mis abuelos eran estadounidenses y yo conocía el país, así que el choque cultural no fue demasiado grande.
--Tras ocho años en EEUU, ¿se siente totalmente integrado?
--Bastante. Nací en Liverpool y me fui a Australia muy joven. Aunque he crecido allí, y estoy muy agradecido a ese país, nunca me sentí totalmente a gusto. Sin embargo, cuando llegué a Estados Unidos fui acogido al instante. Es una país de inmigrantes.
--¿Preparó de forma especial su papel en Prison Break?
--Estudié mucho sobre el sistema penitenciario. También estuve en una prisión federal y hablé con presos. Fue una experiencia muy valiosa.
--¿Ha cambiado su percepción sobre la cárcel?
--Realmente, no he visto el aspecto beneficioso de las prisiones. Es cierto que aparta a gente peligrosa de la sociedad, pero no sé si tiene la capacidad de rehabilitar delincuentes. A veces lo consigue, a veces no. Lo que sí puedo afirmar es que la vida en la cárcel promueve la violencia.
--¿Cuál es el secreto del éxito de Prison Break?
--Trata temas universales: amor, lealtad, familia. Tiene personajes heroicos y con mucha riqueza. Hay algo de violencia, intriga, suspense. Es un éxito. Leo muchos guiones de series y la mayoría son sosos. Prison Break es algo fresco e impactante.
--Acaba de protagonizar Creek, con Joel Schumacher. ¿Puede avanzar algo del filme?
--Es una película de venganza. Tiene que ver con nazis y con la inmortalidad. Es muy oscura. Trabajar con Schumacher ha sido uno de los mejores momentos de mi carrera.
--¿Cómo ve su futuro?
--Tengo ambiciones y metas, pero intento que estas no se conviertan en ansiedad.
LA SEXTA / 17.30