El veterano cronista cinematográfico presentó ayer en directo la 80 entrega de los Oscar de Hollywood desde los platós de Canal+, como viene haciendo desde 1996. Sus inicios están en la televisión autonómica catalana, donde tuvo que presentar la primera película que emitió TV-3. "Fue un desastre, nadie me dijo que sonriera", recuerda con humor nostálgico. Pocos días antes de seguir la gala de los Oscar, repasó su trayectoria con EL PERIODICO.

--¿Cuándo empezó en serio?-- Para la ceremonia de los Oscar de 1984 hicimos en TV-3 una retransmisión que yo coordinaba. Allí estábamos Maruja Torres y Terenci Moix, fumando todo el rato, Alfredo Matas, Amparo Soler Leal y yo. Fue divertido. Más tarde, Lluís Maria Güell me sugirió hacer un programa semanal de cine, que empezaría en mayo, para el Festival de Cannes.--¿Recuerda alguna anécdota?-- Se proyectaba Las bostonianas, de James Ivory, con Christopher Reeve y Vanessa Redgrave. El, muy amable, insistía en que no le sacáramos de un lado, porque tenía una calva... Y ella, encantadora, se descalzó para no parecer tan alta a mi lado.--Y Canal+ le propuso presentar el programa de los Oscar...-- En 1996, me pidieron si podía ir a Los Angeles con Ana García-Siñeriz, para retransmitir la ceremonia de los Oscar. Y a la vuelta me ofrecieron presentar con ella el programa Magacine, que duraría hasta septiembre del 2002. Mire, acabo de comprar mi primer billete del AVE, pero le confesaré que yo me fui a Madrid por culpa del AVE. A mí no me entusiasmaba el avión y aquel año se hablaba de que ese tren iba a llegar muy pronto a Barcelona. Así que acepté el trabajo pensando que si tenía que ir dos veces a la semana a Madrid, lo haría con el AVE.--Pero sigue presentando los Oscar en esa cadena...-- Sí. Este año, con Angels Barceló y Antonio Muñoz de Mesa. Pero lo hacemos desde Madrid.--¿Por qué no en Los Angeles?-- A raíz del 11-S, se anuló la asistencia de periodistas a los ensayos de la ceremonia, que era lo más divertido. Allí podías ver a Whoopi Goldberg soltando tacos, a Susan Sarandon en chándal y a Antonio Banderas que venía a saludarnos. Después decidieron que los periodistas siguiéramos la entrega desde un anexo, a través de monitores. Y para eso, lo mismo da hacerlo desde EEUU que en Madrid.--Usted ha disfrutado entrevistando a quien admiraba...-- Ha habido de todo. Richard Dreyfuss era desagradable, Lauren Bacall, una borde, y me he topado con algún niñato de serie española que me ha dicho "hable con mi agente". He vivido buenos momentos con Gregory Peck, todo un ejemplo de naturalidad y bonhomía; Joan Fontaine o Kim Novak, una mujer sencilla e ingenua, y que fue una sex symbol a su pesar... Y entre los españoles, destacaría a Carlos Saura, que es encantador.--¿Les considera amigos?-- No existe amistad en esas relaciones profesionales, aunque Alex de la Iglesia sea un tipo perfecto para ir de copas. Cuando veo que hay un exceso de buen rollito con ellos, sobre todo si son productores o representantes, ¡malo! Cada uno en su sitio.--Como crítico usted prima la ironía sobre la mala leche...-- Es que yo no me considero un crítico, sino un cronista. Has de ver el material que tienes entre manos, seleccionar y dar el tono adecuado al comentario. No sé si sería capaz de llenar tres folios con una crítica, que siempre es subjetiva. En todo caso, el crítico no ha de ser nunca la estrella.

--¿Recuerda alguna anécdota?

Las bostonianas,

--Y Canal+ le propuso presentar el programa de los Oscar...

Magacine,

--Pero sigue presentando los Oscar en esa cadena...

--¿Por qué no en Los Angeles?

--Usted ha disfrutado entrevistando a quien admiraba...

--¿Les considera amigos?

--Como crítico usted prima la ironía sobre la mala leche...

--¿Cómo ve los Oscar?-- Ha perdido mucho. Los Oscar se han convertido en un desfile de modelos. Importa más qué modisto ha vestido a quien, que saber el nombre del compositor de la banda sonora ganadora.