"Sé que en el cole me preparan una fiesta y que en mi pueblo tendré un parque con mi nombre", explicó ayer María Isabel, pletórica, desde el aeropuerto, en exclusiva a este diario. La televisión cuenta con otra niña prodigio que devorar o encumbrar. "He visto todas las películas de Marisol y me encantan --confesó--, pero yo quiero ser yo". La flamante ganadora de Eurovisión júnior tiene sólo 9 años. Y también sueña "con ser actriz".

A POR TODAS

Está visto que a España se le da mejor la Eurovisión de formato bolsillo que la fórmula adulta, a la que no acaba de pillarle el tono. TVE fue a por todas. Y si el año pasado rozó la victoria en la primera edición --Sergio Jesús quedó segundo con la lacrimógena Desde el cielo , en recuerdo a su madre muerta--, esta vez se alzó con la medalla de oro, con una propuesta radicalmente opuesta: la terremoto María Isabel, desbordando desparpajo y alegría con Antes muerta que sencilla (bueno, ella dice sensilla ). Un original rap-pop-aflamencado --al mejor estilo del pegadizo Aserejé --, que rompió la mala racha, después de 36 años de angustiosa sequía.

Sobrada de tablas y muy segura de sí misma, la chiquilla de Ayamonte (Huelva) conquistó el sábado a los 16 países que participaron en el certamen en Lillehammer (Noruega).

Logró que ni un solo país dejara de votarla (el total de puntos ascendió a 171) y hasta 8 veces escuchó la frase más esperada: "12 points". En segundo lugar, bastante más alejado, quedó Reino Unido (140) y en tercera posición, Croacia (126).

¿Qué nota le pondría a su actuación? "Bueno, si me han puesto tantos 12, pues un superexcelente, ¿no?", contestó, encantada. Eso sí, la pequeña, que apunta alto, no se olvidó de compartir el triunfo con sus compañeras de coro y de meneos de cadera, Anabel, Sara, Alba y Carolina. "Ha sido una experiencia fantástica y hemos disfrutado un montón", relató.

Pero si alguien vivió la jornada con más nervios de lo habitual fue la madre de la artista, Marisa, que se pregunta ahora, con más desasosiego que nunca, cómo una niña puede digerir un éxito tan mediático como inmediato. Que acabe convertida en un mero títere de la industria es un peligro que no siempre resulta fácil de esquivar.

A estas alturas de la película, lo que nadie duda es que María Isabel tiene un arte que no le cabe en su menudo cuerpo. Ya canturreaba y bailaba sin apenas saber hablar. Y ya desde muy chica, se comportaba como una auténtica fashion victim, tal y como revela en la letra que compuso para la ocasión. "Tardé sólo tres días en escribirla. Bueno, no, la hice en dos", rectifica.

María Isabel reconoce que le "pirra" la moda y asegura que, tarde o temprano, tendrá su propia tienda de ropa. Y lo más inquietante: nunca sale de casa sin su "básico kit de maquillaje".

Pero la meteórica carrera de María Isabel no ha hecho más que despegar. El 1 de noviembre colocó en el mercado su primer trabajo discográfico, No me toques las palmas que me conozco , extrañó título también de una de las rumbosas canciones que lo integran. En el compacto hay estilos muy diversos (baladas, toques psicodélicos, twist...). Es como un Kinder Sorpresa musical.

María Isabel grabó el disco en la primera quincena de octubre e incluye desde cantos al optimismo, con trucos y todo para ser feliz (La vida es bella ), hasta letras de amor desesperado.

HIJA PREDILECTA

El alcalde de Ayamonte (Huelva) anunció ya ayer que además del parque que le dedicará a su genio y figura, quiere nombrarla hija predilecta de su población natal. El edil, Rafael González (PSOE), acompañó a María Isabel hasta Noruega en su expedición hacia el triunfo.