El pasado domingo tuvieron una media de 3.225.000 espectadores. No está mal para despedir temporada.

--Es estupendo, porque cada año que amanecemos, al atardecer estamos más hacia arriba y tenemos más clientela. Ese crecer poco a poco, pero sin pausa, nos ha acompañado desde el principio.

Sin embargo, esta temporada estuvieron a punto de desaparecer...

--Nunca supimos si estaba a punto de desaparecer, lo que pasó es que nos bailaban un poco y retrasaban el estreno, y eso desorientaba. Yo creo que cuando se tiene un producto que da unos beneficios indudables es un poco raro que la casa que los tiene no los venda. Nosotros teníamos la convicción de que iba a seguir, y así ha sido, aunque somos una especie de comodín para ponernos cuando falla alguna cosa. Supongo que nos consideran un valor.

¿Qué le ha supuesto trabajar como actriz principal en la serie ´Siete vidas´?

--En primer lugar, volver a la televisión, porque hacía tiempo que no trabajaba en ella. La verdad es que estoy muy bien en la serie, y gracias a ella me he reconciliado con la tele.

En este caso han coincidido en alabar la serie la crítica y el público.

--Sí, y es motivo de orgullo, aunque no en lo personal. Es una serie que se realiza entre más de 60 personas y en la que todos trabajamos a favor de obra. Que lo reconozca la crítica y la audiencia me parece estupendo.

En ´Siete vidas´ nadie deja a títere con cabeza. ¿Es eso un rasgo de su originalidad de esta serie en su décima temporada?

--No debería ser una marca de originalidad, pero lo es. Los guiones, que siempre digo que son lo más importante de la serie, están ahí. Los hacen gente joven que está muy al tanto de todo.

De todos los personajes, el suyo es el más ácido...

--Puede que lo sea. Hay comentarios críticos en todos los personajes, aunque quizás yo digo los míos de manera más ácida. Sole es transgresora, mala y estupenda, pero todos los personajes de la serie son así.

´Siete vidas´ divierte y entretiene, ¿también hace pensar un poco?

--Espero que sirva también para eso. Es más, estoy segura, porque si no, no hubiera durado lo que está durando y lo que durará, porque si sigue en esa línea, continuaremos. Creo que hace pensar bastante y eso está bien. Nuestros espectadores se han ido enganchando a esos diálogos inteligentes, que son una crítica razonable y razonada de lo que está pasando. Como no se va a parar la historia, Siete vidas seguirá así.