--Este Román Bravo parece un bala perdida, ¿no?

--Mi personaje es más lanzado e irresponsable que su hermano César Alex García. Hace las cosas sin pensar. Es el típico tío que siempre tira para adelante.

--¿También en el amor?

--En eso es más de burdel, de amor de pago. Y de liarse a tiros con todo el mundo.

--¿Sabía usted montar a caballo antes de empezar a rodar?

--No, hemos tenido que aprender en un mes echándole tres horas al día. Cuando vi esos caballos enormes me acojoné. Al subirme, pensé que si me caía me iba a hacer mucho daño. Es que se mueven mucho. Me dolía todo el cuerpo. Pero luego le cogí el gusto y disfruté. Hay que meterse en la cabeza que no es como una moto.

--Usted ha hecho bastante más cine que televisión...

--Sí. En la tele he trabajado en Hospital Central, El comisario, Al filo de la ley... Pero en todas ellas de forma esporádica. UCO (TVE-1) fue la única en la que entré en la primera temporada, pero duró tan poco... Esta es la más importante, porque soy protagonista.

--Muchos no saben que usted empezó grabando espots sobre el euro...

--Sí, hice el anuncio con ocho años. Eso quiere decir que llevo ya 12 años trabajando. El anuncio del euro me permitió hacer mucha publicidad.

--¿Le metieron en esto de la interpretación sus padres?

--No, fue también una decisión mía. Yo era de pequeño muy teatrero y mi tía me decía siempre que valía para lo de la interpretación. Un día me cogió y me llevó a un casting . Desde entonces, igual que mis amigos jugaban al fútbol, yo hacía anuncios.

--Eso le permitiría fardar bastante en el colegio...

--¡Qué va! Yo soy una persona humilde y cuando grababa nunca decía nada en el colegio. Le pedía a mi madre que me hiciera el justificante de que estaba malito. No me gustaba decir nada de esto, porque para mí era un trabajo más. Y me lo pasaba muy bien.

--Lo de empezar tan pronto, ¿le ha hecho madurar antes como persona?

--Creo que sí. Vivo solo desde que tenía 17 años, y eso me da cierta responsabilidad. He vivido muy rápido, porque empecé con ocho años. Meterte tan pronto en ambientes de trabajo te da mucha madurez.

--Su currículo en el cine es muy interesante para un actor de solo 20 años...

--No tanto. He hecho El espinazo, Vida y color, Recuerdos de Alicia, Fuera de carta, Animales domésticos... Y ya está.

--¿Le parece poco? Y, además, ha recibido muchos premios.

--Bueno, tengo cosillas: premios de interpretación por cortos, diplomas en algunos festivales...

--¿Cuál es su actor preferido?

--Me gusta mucho Marlon Brando. Y tengo muchos puntos en común con James Dean, el de Rebelde sin causa . Me siento muy identificado con él. Por eso me hizo mucha ilusión que me dieran al final este papel, a pesar de que, cuando hice el casting , estaba afónico. Tiene un punto macarra, pero en el sentido bueno de atrevido y valiente.

--Y de los intérpretes españoles, ¿quién le gusta?

--De los españoles prefiero a Imanol Arias y Eduardo Noriega.

--¿Sabe que, con lo bien que marcha esta serie, se está haciendo cada vez más famoso?

--Lo de ser conocido es, en el fondo, una trastada. Espero que no sea exagerado, porque me gusta ser muy normal y muy vacilón. Si ya tienes un nombre, debes guardar las formas. Pero son cosas inevitables.

TELE 5, MARTES 22.30 HORAS