Ejercicio televisivo con intención y retranca. La víspera de la magna manifestación de catalanes en Madrid para mostrar su identidad independentista, Merceditas Milá se ha quedado en Catalunya, se ha montado en una autocaravana y ha decidido buscar su identidad (Scott y Milá, #0, Movistar+), ¡Ah! La identidad, dicho así, en crudo y con fervor mayestático, es un concepto difícil de sintetizar. Decía Merceditas, partiendo del kilómetro cero de su viaje, o sea delante de La Pedrera, la casa Milá que fue de sus antepasados: "Mi identidad es mi DNI, pero mira, ahora voy a buscarla a ver si la encuentro, y sobre todo la de Scott, que no tiene papeles".

Lo de Scott fue lo más sencillo de solucionar. En un concurso canino le dieron un diploma consignando que es un schanuzer miniatura con exquisito pedigrí y gran clase. La otra identidad, la de la propia Merceditas, fue más complicado. En Vilafranca del Penedès se incrustó en una colla castellera. Vivió momentos de emoción. Pero al final exclamó: "Llorar, no he llorado. Donde lloré fue en Sevilla, en Semana Santa, en la procesión de la Esperanza de Triana". Marchó entonces rumbo a Sant Vicenç dels Horts, y allí, en un bar, se reunió con tres ciudadanos nacidos fuera de Catalunya, y que ella presentó como "los guardaespaldas de Oriol Junqueras". Uno de ellos le dijo con mucha retranca: "Soy nacido en Extremadura, soy del Real Madrid, y soy catalán independentista". Y Merceditas flipaba. Pero tampoco encontró allí su identidad.

Y entonces tuvo una idea extraordinaria. Llamó a Santi Vila, y se tomó con él un cafelito en Montjuic. Decía, mientras le veía llegar: "La identidad cambia durante la vida. Cambia con los compañeros de viaje. ¡Y sobre todo la cambia el amor!". Y Santi Vila, después de dejar algunas perlas cultivadas, como cuando dijo de sus compañeros políticos processistes: "En el pecado ya habrán encontrado la penitencia", le presentó a su marido, Javier Luque. ¡Ah! Hablaron de su amor, que cristalizó en Ibiza una noche de San Juan. Hablaron del sufrimiento de quien es considerado por algunos traidor en Catalunya, y fanático independentista en Madrid. Y Merceditas por fin pareció haber encontrado, por la vía poética, la respuesta que buscaba: la identidad es el amor. Mi tierra eres tú escribió Luis Cernuda en un breve poema que escribió en su exilio mexicano.