El espíritu de Bruce Lee continúa más vivo que nunca. Quentin Tarantino lo recuperará como personaje en su próxima película Érase una vez en Hollywood y este pasado fin de semana, la plataforma HBO ha estrenado Warrior, una serie que el propio mito de las artes marciales escribió antes de convertirse en una estrella, y que intentó poner en marcha a principios de los 70, cuando llegó a EEUU, antes de protagonizar Kárate a muerte en Bangkok.

Cuenta la leyenda negra que, aunque ningún estudio quiso producir la idea de Bruce Lee, un año más tarde aparecería una serie con un concepto muy similar que se convertiría en un hito televisivo: Kung Fu, con David Carradine. Sin embargo, Warrior, al menos en esta su versión siglo XXI, se parece más a un Gangs of New York en versión oriental, que a las aventuras del mítico monje Shaolin recorriendo el Wild West.

Jonathan Tropper (Banshee), junto a la hija del propio Lee, Shannon Lee y Justin Lin (A todo gas) en la producción, ha sido el encargado de sacar adelante esta gran apuesta histórica ambientada en el San Francisco de finales del siglo XIX, en el barrio de Chinatown.