Toda traición necesita un escritor, o un dramaturgo, para sublimar la felonía. Y como Joaquín Leguina ahora se entretiene escribiendo novelas de misterio y detectives, la tropa de Lo + plus (C+) ayer le invitó a su programa. Oportuna aparición. Además de novelista, este notable miembro del PSOE fue presidente de la Comunidad de Madrid, o sea, que su visión de la actual movida madrileña se intuía sugestiva. Comenzó Fernando Schwartz, con muy buen criterio, pasando lista. ¡Ah!, una sabia decisión. Estaban todos menos dos que, por lo visto, tenían reservado sitio entre el público: el señor Tamayo y la señora Sáez. Y en vista de eso, de que faltaban los mismos que el martes en la Asamblea de Madrid, le preguntaron a Leguina si les conocía. Contestó, triste: "Sí, y me arrepiento de ello. Es evidente que los han comprado". "Se rumorea que por 800 millones de pesetas", apuntó Schwartz entonces, con sibilina precisión. Y el político concluyó: "Pesetas, no. Euros. En un maletín. Y con billetes sin números correlativos". A pesar de lo perro y execrable del asunto, echamos en falta en Leguina la dosis de nervio narrativo que todo buen escritor debe mantener. Cuando le preguntaron quién debería asumir las responsabilidades, respondió: "Sí, hay responsabilidades. Negligencias...". Y luego, en voz bajita, aludió al secretario de organización del partido, José Blanco. Como final de novela tan tremenda, llena de felonías, intrigas y maletines, es un poco flojito.