Veintiséis años seguidos viendo ocho horas de tele cada día con un cuaderno y un bolígrafo. Apuntes en busca de algún tropezón comestible en la incomestible papilla. Ya llevo adelgazados 35 kilos.

PEPU HERNÁNDEZ ha salido en La Sexta noche. ¡Ah! De entrenador de baloncesto a candidato de Sánchez para el Ayuntamiento de Madrid. Antes de comenzar la entrevista le dijo a Iñaki López que lanzase unos tiros a la canasta del Polideportivo Magariños. Iñaki cogió el balón y comenzó a botarlo con estilo. Pepu le miró con ternura. Le dijo: "Deja de botar el balón. Con menos botes hay más juego de equipo. El pase es solidario. El bote es egoísta. ¡Y no pises la línea!". Hermosa lección. Inequívoca demostración de que Pepu lo tiene crudo. Para ser líder en política hay que agarrar el balón en exclusiva. Hincharse a botarlo. No soltarlo nunca. Y pisar continuamente la línea. Sin manías.

FERRAN SÁEZ, filósofo afilado y estudioso del arte de la política, estuvo en FAQS (TV-3). Escuchaba en silencio un rumor conversativo. Alguien hablaba del pueblo, el pueblo, el pueblo, como apoyatura, como muleta definitiva de su discurso. Sáez intervino entonces y dijo: "Ahora, al salir, que alguien me dé el teléfono de el pueblo. A ver si consigo saber quién es". Pincelada profunda. Hay políticos que invocan al pueblo cada día. Lo usan para dar consistencia a sus speechs. Sin manías.

JORGE VERSTRYNGE estuvo también en esta edición de FAQS. Reflexionó con vitriólica perspicacia sobre los comentarios de Felipe VI en pleno juicio del procés. Dijo: "Acabamos de oír decir al Rey actual que la democracia no está por encima de la ley. Es curioso que lo diga él, que resulta que está por encima de la ley porque es inviolable». Y sin manías.

BELÉN ESTEBAN le ha dado otra noche gloriosa al Deluxe (T-5). La pusieron a explicar su estrategia para cobrar lo que le debe su depredador Toño Sanchís. Dio un curso acelerado sobre cómo actuar en la subasta del chalet de un deudor. Parece que le ha salido bien la puja. Pero en el fondo lo suyo es un arte humilde. Aquí los artistas de verdad son los de la empresa telecinqüe. Con estos belenazos facturan tanta publicidad que se podrían comprar tres chaletitos como el de Sanchís. Y sin manías.