De la noche a la mañana, el fenómeno Chikilicuatre llevó al actor David Fernández (Igualada, 1970) a las primeras páginas de la actualidad. Recuperado del huracán mediático, el actor se ha metido en la piel de un entrenador de fútbol en la serie de TVE-1 Pelotas.

-- ¿Qué destacaría de su papel?

-- Lo más importante es que soy el amigo de la infancia de Javier Albalá (Chechu), el entrenador, y siempre viene a llorar a mi hombro. Soy quien le da los consejos que él se pasa por el forro.

-- Vaya responsabilidad, ¿no?-- Si Chechu no puede ir al partido y me tengo que quedar yo en el banquillo y asumir la responsabilidad, ¡me cago vivo! Yo paso desapercibido, no tengo mano dura. Chechu pone orden.

-- ¿Le va darle al balón?-- No soy futbolero. Pedí que me vistieran de largo, porque les dije que si salía en pantalón corto nadie se iba a creer que he jugado a fútbol. ¡Con las patas de alambre que tengo!-- En verano aparecerá junto a Amaia Salamanca en el filme Fuga de cerebros.

-- En verano aparecerá junto a Amaia Salamanca en el filme ¿Eso quiere decir que se va a centrar más en papeles de largo recorrido?-- He hecho teatro casi la vida, aunque la gente se queda con la tele. Después de seis años, tenía ganas de volver a hacer personajes con continuidad, y ficción, que nunca lo había probado.

-- ha aparcado a Buenafuente...-- La idea era compaginar ambas cosas. Pero levantarme a las seis para rodar y salir a las cinco y media de la tarde para hacer un personaje allí no me gusta. No quiero ir de culo. Entonces no estoy contento de una cosa ni de la otra, porque no lo he preparado como es debido. Ya fui tres meses de cráneo con el tema de Eurovisión y quiero descansar.

-- ¿Enterró a Chikilicuatre?-- Por mi parte, sí. Eso es más cosa de la gente. La tele tiene algo muy bueno: si un personaje explota, el público te conoce y te ofrecen más trabajo, aunque no siempre es así.

-- ¿Es lo que le sucedió a usted con el personaje eurovisivo?-- No, porque lo de Pelotas ya lo tenía hablado antes.

Pelotas

-- ¿Se arrepiente de todo lo que supuso aquella pantomima?-- Para mí fue un gag que se nos fue de las manos. Durante tres meses estuve en boca de todo el mundo y fue una experiencia humana maravillosa. Pero estoy orgulloso de haberlo matado a tiempo, porque hay algo de la tele que no me gusta mucho, que es quemar las cosas en exceso.

-- ¿Y qué ha sido de Luciana?-- La guitarra me la he quedado yo, pero no lo diga muy alto... Le tengo mucho cariño.