--Cuando empezó su programa en Tele 5, ¿pensaba que llegaría tan lejos?--Cuando nos estrenamos no podía imaginar que íbamos a durar cinco años en una tele en la que todo se consume muy rápido. Y más con un programa de más de tres horas.

--Pero la cosa fue bien desde el principio, ¿no?--La verdad es que comenzamos en estado de gracia, con una entrevista a Ramona Maneiro (la amiga del tetrapléjico Ramón Sampedro) que nos hizo alcanzar un 32% de cuota. Luego hemos conseguido cosas importantes como desactivar una red de pederastas y denunciar a un centro de menores que acabó incluido en un informe de Amnistía Internacional.

--¿Cuál es la llave de su éxito?--Hacer una especie de periódico serio y luego reírse y frivolizar. En esa mezcla de géneros está la clave. Es que nuestra forma de trabajar es la de un periódico: empezamos a las seis de la mañana y el último turno acaba a las nueve de la noche. Nuestro objetivo es comentar lo que la gente comenta tomando el café por las mañanas.

--¿Cómo vive Ana Rosa el fenómeno de las fusiones de las televisiones?--Como en un abismo. Aparte de la de Tele 5 con Cuatro, creo que va a haber más y que vamos a vivir tantos acontecimientos juntos que nadie sabe cómo va a regular todo eso el mercado: la nueva TDT, la TVE sin anuncios, las fusiones...

--Por cierto, esa desaparición de la publicidad ha contribuido a consolidar todavía más el liderazgo de TVE...--Es que se ha producido una distorsión en la forma de medir la cuota de pantalla, porque se tiene en cuenta también el tiempo de publicidad. No son comparables las dos magnitudes. De todos modos, hay que esperar más para ver la evolución.

--¿Se siente orgullosa de que la llamen la reina de las mañanas?--No me gusta porque soy republicana. La familia real me cae bien y creo que lo están haciendo bien, pero en pleno siglo XXI no entiendo lo de nobles y plebeyos. Respeto las decisiones democráticas del país. De hecho, a quien más me gustaría entrevistar es al Rey, el auténtico protagonista de la transición.

--¿Qué hace para que hable bien de usted hasta su eterna rival, María Teresa Campos?--Ella ha sido la rival más difícil que he tenido. Es bragada, visceral y de gran carácter, pero también es muy generosa y sincera. La quiero mucho, aunque con Susanna Griso y Mariló Montero me llevo muy bien. Ahora, cuando se trata de competir, me gusta ganar hasta en el parchís.