La canción hablaba de que el vídeo mató a la estrella de la radio, pero ahora en EEUU es la radio por satélite la que, aunque no mata, hiere a la radio convencional. ¿Sus armas? Canales especializados, música libre de anuncios, más calidad de sonido, acuerdos con los fabricantes de coches que llegan ya con los transmisores y tantas estrellas --desde Bob Dylan hasta Oprah Winfrey, pasando por el polémico y exitoso Howard Stern-- como para desatar lo que se ha bautizado ya como La guerra de la galaxias . Aunque el fenómeno no parece cruzar el Atlántico, conviene estar atento.

Mientras la cifra de oyentes de AM y FM ha caído en EEUU un 13%, en la última década no deja de crecer el número de usuarios de XM y Sirius, las dos relativamente nuevas radios por satélite de EEUU, y eso que hay que pagar primero por comprar un receptor especial (cuyo precio empieza en los 25 euros) y luego un abono mensual (10,89 euros). XM, que ofrece 160 canales, tiene ya más de seis millones de usuarios y espera alcanzar los 20 millones en el 2010. Otros tres millones de personas oyen los 125 canales de Sirius.

Una de las principales armas que están usando XM y Sirius para ganarse al público es el fichaje de estrellas. El último triunfo lo ha cosechado XM, que gracias a un contrato de 46 millones de euros ha fichado por tres años a la indiscutible reina de la comunicación y el entretenimiento de EEUU, Oprah Winfrey, cuyo Oprah & Friends debutará en septiembre. También XM se había marcado el anterior triunfo en esta intensa guerra de las galaxias al fichar a Bob Dylan.

ABANDONAR LA CENSURA

La mayor apuesta económica, sin embargo, la ha hecho Sirius. En octubre del 2004, anunció que Howard Stern, un controvertido y ampliamente seguido presentador de radio, abandonaría las ondas tradicionales --y la censura de la Comisión Federal de Comunicaciones que las regula-- para pasarse al satélite. ¿El precio? Casi 421 millones de euros por cinco años. La inversión probablemente mereció la pena y desde ese anuncio hasta el debut de Stern, el 9 de enero, Sirius ganó más de 1,2 millones de nuevos abonados.

Donde XM tiene a Winfrey, Ellen DeGeneres y noticias como las de la progresista Air America y la conservadora Fox News, Sirius tiene a Stern, Martha Stewart y Lance Armstrong. Donde Sirius tiene a Eminem, Jimmy Buffett y Steve Van Zandt, XM tiene a Dylan, Tom Petty y Snoop Dogg. Y aunque Sirius se ha hecho destino inevitable para los amantes del deporte, con acuerdos con las Ligas de fútbol, básquet y hockey, XM se ha anotado una victoria con el béisbol.

NUMEROS ROJOS

El elevado coste de lograr esas plantillas es una de las razones por las que la radio por satélite todavía es un negocio en números rojos, como han confirmado los datos del último trimestre de XM. Aunque sus ingresos aumentaron más del doble, crecen los costes de conseguir su programación y promocionarla y no hay ingresos significativos de publicidad. Además, necesitada de los satélites, la tecnología es todo menos barata (el contrato con esos satélites haría más cara la expansión en Europa).

Frank Ahrens, un periodista de The Washington Post especializado en medios, explicaba a la radio pública una de las claves del éxito de XM y Sirius. "Es como cuando te hablan de la televisión de alta definición: no entiendes la diferencia hasta que la ves. Una vez que experimentas la radio satélite, simplemente ya no escuchas la tradicional". Esa radio tradicional ya han emprendido el contrataque y ocho de los mayores conglomerados de las ondas han firmado un acuerdo para ofrecer radio digital. Aseguran que la Onda Media sonará como la Frecuencia Modulada, y la FM, como un cd. Según Ahrens, la clave de su resistencia será otra: "Enfatizar lo local, lo local y lo local".