En la entrega de los premios Feroz de 2016, en presencia del equipo de Paquita Salas, a los directores de la serie, Javier Ambrossi y Javier Calvo los Javis para el mundo del artisteo y su creciente prole de seguidores-, se les escapó un dato que retumbó entre la concurrencia: «Nos han escrito los de Netflix, dicen que quieren a nuestra Paquita», les soltaron. «Era tan increíble que nos pareció una broma», recuerda Belén Cuesta, la actriz que da vida a la asistente Magüi en la ficción. La broma, que no era tal, se hace hoy realidad con el estreno en la plataforma de pago de la segunda temporada de la serie.

En la memoria de esta producción hay otra broma anterior, de naturaleza germinal, que tiene como protagonistas a los dos directores y a Brays Efe, el actor que encarna al personaje principal. Por echar unas risas y matar el tiempo, a los Javis se les ocurrió grabar a Efe mientras este, disfrazado de señora, se presentaba como representante de intérpretes, tan divina ella y estupenda como demencial. La idea era subir el vídeo a la cuenta de Instagram del actor, pero rápidamente vieron que la gracieta podía tener más recorrido. Tanto como para hacer una serie, en formato de falso documental y tono humorístico, inspirada en el descacharrante personaje que acaban de alumbrar.

Antes de que Flooxer, la plataforma on line de Atresmedia que asumió el encargo, emitiera el tercer capítulo, las desventuras de la tragicómica representante venida a menos se habían convertido en la comidilla del sector audiovisual y sus fans no paraban de multiplicarse por la vía del boca-oreja, el me gusta y el retuit. Las pantallas no recordaban desde hacía tiempo semejante dosis de humor, desparpajo, frescura y descaro. Se comprende que antes de que el último episodio fuera lanzado a la red, a los responsables de Netflix se les levantaran las orejas y escribieran aquel email.

LA PAQUITA DE SIEMPRE / La segunda temporada es fiel a las señas de identidad de la primera. «Si alguien esperaba ver otra serie, que lo descarte. Es la Paquita de siempre, pero metida en nuevos líos», avisa Ambrossi. Cambian los medios -la primera parte la grabaron en ocho días; para la segunda han tenido tres semanas-, pero la actitud millennial y el humor almodovariano que definieron los primeros episodios permanecen intactos. «Hemos mantenido la forma artesanal de trabajar, como de reunión de amigos, que teníamos al principio», ilustra Efe, autor del guion del segundo de los cinco capítulos, de 30 minutos cada uno, que componen la nueva entrega.

Como le ocurría antes, Paquita volverá a fracasar en su intento por conseguir que su realidad tenga el brillo de sus sueños, o al menos por salir de la ruina, aunque, inasequible al desaliento, no dejará de intentarlo. Si una de las gracias de la primera tanda fue la ilustre lista de famosos que se animaron a colaborar, los cameos seguirán sorprendiendo al espectador en la nueva temporada: A Andrés Pajares y Belinda Washington, que repiten, se añaden figuras como Paz Vega, Antonio Resines, Kira Miró o Ana Obregón. Lidia San José o Yolanda Ramos continúan en el reparto junto con Anna Castillo, Álex de Lucas o Mariona Terés.

Desde «la broma» para el Instagram de Efe, los Javis han estrenado una película que fue taquillazo, basada en La Llamada, la obra que lleva cinco años en el teatro y se han consagrado como coach de artistas en el último OT, pero se resisten a dar la fórmula de su éxito. «Los dos fuimos actores antes que directores y nos gusta dejar mucho margen a la improvisación, quizá sea eso», sugiere Calvo. De momento, ya preparan para Netflix la tercera temporada de la serie.H