--¿A qué se dedica la entidad reguladora que usted preside, la EPRA?

--Como plataforma neutral, y no política, que intercambia experiencias, hablamos de temas como las directivas audiovisuales, las quejas, las sanciones y la protección a los minorías, y organizamos foros internacionales para tratar de las directivas audiovisuales de todo el mundo y de la independencia de los diferentes organismos reguladores.

--¿Cuáles son las quejas más frecuentes de los europeos?

--Nosotros no recibimos quejas del telespectador: esa es una tarea de los organismos reguladores en cada país, aunque hay cosas similares entre los países, como la saturación de la publicidad. Por ejemplo, en Bosnia, de donde yo soy, las protestas están relacionadas con la política, la imparcialidad, el derecho a la réplica o la incitación al odio. En otros países, sobre pornografía. No hay una fórmula común.

--¿La EPRA puede multar?

--No, porque nos convertiríamos en un censor supranacional y eso sería inaceptable para cualquier sociedad democrática. Nosotros tenemos que promover la libertad de expresión y la legalidad en materia audiovisual, pero regular no significa censurar, sino salvarguardar los derechos de la sociedad. Un regulador nunca tiene que actuar a priori, ni ser periodista. Siempre digo que hay una línea estrecha que separa la regulación y la censura. Yo lo tengo claro: no hay que cruzar esa línea.

--España es una excepción, porque no tiene un regulador...

--Los consejos de Cataluña, Andalucía, Navarra y la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) son miembros de la EPRA. El simple hecho de estar ahí demuestra que hay la necesidad de un regulador, pero hay que ver cómo se hace, porque no existe una fórmula de copiar y pegar. Tiene que estar basado en los estándares de la regulación.

--¿Y cuáles son esos mínimos?

--Independencia a la hora de tomar decisiones: que el único estamento que pueda reconsiderarlas sean los tribunales y no el Gobierno. El segundo elemento es la composición del consejo y cómo se elige. Y, después, la independencia económica.

--¿La televisión en España es de peor calidad porque no existe esa instancia?

--No, puede ser al revés. Tal vez no hay necesidad de regulación. Eso depende de la cantidad de quejas. Si no las hay, es que la sociedad está contenta con ello...