Empoderadas y poderosas, mujeres y de edades muy próximas, pero con posiciones tan dispares como el ideario de sus partidos. Son Irene Montero, número dos de Podemos, e Inés Arrimadas, de Ciudadanos, a las que Jordi Évole ha reunido fuera del 'ring' parlamentario en un cara a cara que ofrece 'Salvados' (ahora sí, tras verse desplazadas por Nicolás Maduro y su entrevista exprés) el domingo, 10 (La Sexta, 21.25 horas).

No es la primera vez que tienen un encuentro de este tipo las formaciones naranja y morada, representantes de la nueva política y alternativa al bipartidismo PP-PSOE. El programa de La Sexta ha reunido en dos ocasiones a sus número uno, Pablo Iglesias y Albert Ribera, pero esta vez se ha querido dar voz al sector femenino. Y Évole aclaraba, antes de la grabación (que se realizó el viernes, 1, en Madrid), que esto no obedecía a una cuestión estética: "El protagonismo y la representatividad que tienen tanto Inés como Irene dentro de sus respectivas formaciones hace que lo estético sea totalmente secundario. Y, de hecho, nosotros lo hemos planteado así. Juegan un papel determinantes en sus formaciones y por lo tanto hablan como representantes máximas".

SALIRSE DEL CARRIL

También confesaba el director y presentador de 'Salvados' su querencia por este formato. "Me gusta juntar a políticos de diferentes perfiles y que entre ellos puede haber un diálogo que huya de los tópicos de la política. Porque en la política hay mucho corsé y argumentario, y en este tipo de encuentros logras salirte. Espero que Arrimadas y Montero se salgan del carril". También confiaba en un entente propiciado por las fechas en que se celebraba. "Al no producirse en tiempo electoral, puede que haya un punto de entendimiento", vaticinaba Évole.

En cambio, como ya auguraba la 'promo' del programa, parece que una no está dispuesta a salirse del café con azúcar y en taza y la otra del té con sacarina y en vaso. Con lo que, tras la grabación, Évole reconocía que el diálogo había fluctuado del buen rollo a la bronca. Como la vida misma, según Montero. No obstante, ambas estuvieron equilibradas, a diferencia del que había enfrentado a Arrimadas y Marta Rovira, de ERC: "En aquella ocasión todos concluyeron que Inés Arrimadas salió más reforzada", admitía el periodista.

Gestación subrogada

Las representantes de Ciudadanos y Podemos hablaron poco de Vox y se centraron más en temas que no están en la agenda política, aunque también salieran. La burbuja del alquiler, la subida del salario mínimo, la gestación subrogada... En este último aspecto sí que hubo un total desencuentro, ya que mientras que la representante de Ciudadanos contempla una regulación, Montero descarta cualquier uso de un vientre de alquiler. Tampoco supieron dar una definición precisa de golpe de Estado: una considera que lo de Juan Guaidón en Venezuela no es golpe de Estado y lo de Catalunya sí, y la otra opina lo contrario.

En lo que sí concidieron, tras darse a conocer un poco más rememorando cómo habían entrado en política, cómo viven su profesión, cuáles son sus aficiones y a qué partido votaron antes de aparecer los suyos, es que la política, aunque tiene cosas buenísimas, no le recomendarían a un amigo entrar en ella. También en que como mujeres les molesta que se fijen en cómo visten, algo que no se pasa con sus compañeros.

La cuestión es que Évole, que dos días después se sometería a un duro reto profesional con su entrevista con Maduro, en ocasiones tuvo problemas para calmarlas. "Queríamos un cara a cara dialogante, pero acabamos necesitando un mediador o un relator o lo que sea", dice en su cuenta de Twitter. Y Juanlu de Paolis, director del contenidos del programa, asegura: "Para mí, el mejor cara cara en los 11 años de 'Salvados'".

Queríamos un cara a cara dialogantePero acabamos necesitando un MEDIADORO un RELATORO lo que seaDomingo SALVADOSpic.twitter.com/68DJg2ZR7E Jordi Évole (@jordievole) 7 de febrero de 2019