Tras dirigir una película porno y vivir con personas dependientes, Samanta Villar asume esta noche un nuevo reto en el docu-reality de Cuatro 21 días (21.30 horas). En esta ocasión, la periodista, que dejará este programa antes del verano para "recuperar" su vida personal, zarpa en un pesquero hacia el Mar del Norte. Y parece que la aventura no ha resultado demasiado fácil, a tenor de las imágenes que muestran a Villar afectada por el mareo y a su confesión: "Ha sido el trabajo que más me ha costado".

La comunicadora se embarca en el Segmon en dirección a la zona conocida como el Gran Sol, uno de los caladeros europeos más importantes. Allí experimentará la dura rutina de sus 12 tripulantes y del patrón: jornadas de 20 horas, con solo cuatro de descanso. A las 5.30 horas de la mañana los marinos lanzan el aparejo para intentar conseguir, en el mejor de los casos, unos 2.000 kilos de cabras, peces sable, virreys y cabrachos.

El espacio menciona algunos condicionantes que pueden afectar al trabajo en alta mar, como el mal tiempo, las heridas provocadas por los anzuelos o la pérdida de equilibro. "Si caes, lo primero que tienes que hacer es quitarte las botas para que el mar no te lleve abajo", aconseja un tripulante a Villar.