Parece que las tremendas aventuras que Jordi González venía realizando en Rec (Tele 5) están tocando a su fin. Han sido ejercicios detectivescos de alta peligrosidad. Temíamos por él. Sobre todo viendo su última investigación, que consistió en penetrar en una cueva sadomasoquista sin protección ni nada.

Cuando vimos cómo retorcían el pene de un cliente, cómo le clavaban alfileres en los pezones y cómo le azotaban, con un látigo, las nalgas, francamente, en casa sufrimos por Jordi. Su intención era loable: quería descubrir la delgada línea roja que separa el placer del dolor. De la sesión nos interesó mucho la charla que mantuvo con un anciano caballero, semidesnudo, con antifaz en la cara, al que habían practicado crueles castigos en sus genitales. Dijo llamarse Frederick. Advirtió: "Tengo 70 años". Y Jordi exclamó: "Pues está usted muy bien para su edad". Sí señor, no hay como llevar una vida sana. De todas formas quisiera tranquilizar a Jordi González. Me parece que esta cueva, y este cliente septuagenario, ya los vimos en otro reportaje televisivo. No cabe, pues, temer por Frederick: ya está acostumbrado a las cámaras, instrumentos de tortura muy superiores a los latigazos en las nalgas.

VIVA TRILLO

Ese impagable "¡Viva Honduras!" (lo vimos en T-5) que les hizo gritar Trillo a los soldados de El Salvador, creyendo que eran tropas hondureñas, demuestra que el ministro debería viajar menos. Tener que revisar a tanto Ejército desperdigado por el mundo en nombre del Trío de las Azores produce estas cosas. Lo mismo le ocurrió a Jeff Bush, cuando llegó y saludó a la República de España. ¡Ah! dominan el universo, pero nada más salir de Quintanilla se pierden.