Si un thriller psicológico se ambienta en el seno de una orquesta de música clásica, en la que fusiona Las cuatro estaciones de Vivaldi con la banda sonora de Misión: Imposible, bajo la dirección de una mujer a quien no le tiembla la batuta al sustituir al prestigioso primer violín (hombre) por una joven promesa (mujer)... Si se dan todas estas insólitas situaciones (y unas cuantas más), es que estamos ante una serie realmente original: Philharmonia, producción francesa nada convencional (y por tanto no apta para todos los telespectadores) que esta noche estrena el canal de pago AMC (23.15 horas).

Compuesta por unos asequibles seis episodios, Philharmonia empieza mal: la muerte en pleno concierto de un venerado director de orquesta. Este es sustituido por una brillante directora, una mujer de talante renovador/revolucionario que choca de pleno con el clasicismo de los músicos. Una trama muy francesa con una puesta en escena impecable. La autora de la serie, Marine Gracem, vivió varios meses en el seno de orquestas filarmónicas, la protagonista (Marie-Sophie Ferdane) y la primer violín (Lina El Arabi) están diplomadas en violín y los secundarios son músicos.