-¿Qué balance hace de su paso por el concurso?

-No puedo hacer otro que no sea positivo. Para mí, está siendo un sueño hecho realidad. Yo siempre había querido hacer algo de entretenimiento y me llegó OT. Tuvimos esa gala cero, en la que asumo que todos mostramos muchos nervios, pero de la que aprendimos mucho. Hemos ido de menos a más, y ese ha sido siempre el secreto del programa.

-Contento, pero también se le ve cansado.

-Alargar OT hubiera sido un error, porque incluso a los chavales se les nota en las galas que están cansados, que no dan más de sí. Y si estiramos mucho el formato, nos cansaremos de él. Nos dará mucha pena y todos lloraremos mucho, detrás o delante de las cámaras, pero descansaremos. Está siendo duro para todos.

-¿Qué vamos a ver esta noche?

-Los invitados [Raphael, David Bisbal, Pablo Alborán...] me encantan. Yo me tomo la gala como un fin de fiesta. No va a ser una más, porque ahora es la gente la que tiene que decidir. Para mí, los ganadores son los cinco chicos. Después nos vamos a pegar un gran homenaje.

-Desde las primeras galas, hay la sensación de que este programa ya tiene una ganadora…

-Le voy a decir algo: si Amaia gana, no le va a chirriar a nadie, pero no porque se le haya favorecido con las canciones, como se ha leído por ahí, sino porque canta muy bien. No ha habido gala en la que haya fallado.

-Pero a Amaia no se le ha obligado a bailar, como a otros.

-Le han tocado canciones muy diferentes y es verdad que no ha hecho muchas coreografías, pero no todo es el baile, y ha demostrado suficiente versatilidad en todas las composiciones que se le han dado.