--¿Por qué aceptó la oferta de Tele 5?

--Era muy buena. Volver a los informativos es una garantía para mí, porque es información pura, un espacio que yo ya conocía muy bien. No me lo esperaba.

--En Tele 5 tienen predilección por los temas sociales, especialmente los sucesos. ¿Cómo encaja usted ahí?

--Cada uno tiene autonomía. Eso me lo han dejado claro. Tengo libertad para dar mi enfoque. Tele 5 ha elegido muchos sucesos y mucho tema social, pero porque es una opción frente a otros telediarios, que lo abordan de otra manera.

--¿Cómo ha vivido la fusión de Cuatro y Tele 5?

--No ha sido fácil. Las empresas tienen su criterio y están en su perfecto derecho a hacer lo que les parezca mejor, pero hay una filosofía de equipo, una programación, una gente con la que estás habituada a trabajar, y todo eso cambia. Nos ha apenado perder un proyecto, Las mañanas de Cuatro , muy apasionante.

--¿Y el cierre de CNN+?

--Su desaparición es más terrible. Cuatro permanece como canal con muchos ingredientes del mismo tipo y cierto espíritu, aunque haya cambios de caras. La cadena como tal pervive. Pero la desaparición de CNN+ me parece una tragedia. Estamos un poco huérfanos desde que no podemos sintonizarla.

--¿Cree que usted no casaba con esos nuevos aires que llegaban en Cuatro?

--No me siento una víctima: cuando uno compra una empresa, puede hacer con esta lo que quiera. Otra cosa es que a mí me guste un proyecto y me apene que no siga adelante.

--El hecho de ser telonera de Ana Rosa Quintana, ¿cómo lo lleva?

--Muy bien. Lo prefiero, porque con ella no hay quien compita en casi nada. Ana Rosa domina muy bien la televisión comercial. Somos amigas. Yo hago información, y ella un programa, y son dos cosas diferentes. A las dos nos conviene que nos vaya bien. Haremos un buen tándem.

--Por horario (de 8.00 a 9.00) se quedará fuera de la batalla matinal. Eso debe ser un alivio.

--Competiré con otras personas.

--¿Se le ha atragantado algún desayuno por culpa de las audiencias?

--No. Se me ha atragantado algún almuerzo, pero de la risa. Con Ana Rosa Quintana, Susanna Griso y Mariló Montero comemos una vez al mes. Somos profesionales y nos respetamos: cada una tiene su sitio. Lo mejor es la amistad. Entrar en la pelea personal es ridículo.

--A más de uno sí que le habrá impactado esa estampa...

--¡La gente pone una cara cuando nos ve! El otro día le habíamos pedido a María Teresa Campos que viniera con nosotras y apareció Jordi García Candau, que había sido jefe de muchas de nosotras cuando estaba en TVE. Le pareció que estaba viendo doble... Luego llegó la exministra Ana Pastor, y todos se iban sentando a nuestro lado. Al final, acabamos con una mesa enorme ríe.