El pasado día 22, el Congreso aprobó la ley del cine, en la que se ha olvidado de las peticiones de los productores de dibujos animados, un sector con gran prestigio en el extranjero, donde tienen su principal mercado, pero que exige apoyos para ser competitivos.

--¿Decepcionados?

--Muy decepcionados. La ley atiende algunas de nuestras peticiones, como el derecho a acceder al fondo de protección, pero la principal de todas, que las televisiones invirtieran el 1% de su facturación en series de animación, no ha sido posible. Así, el redactado queda descafeinado y nosotros parecemos productores de segunda, cuando en realidad estamos en primera línea.

--¿Qué puede pasar con el sector sin ese uno por ciento?

--Sin una televisión que nos apoye con cifras exactas va a ser muy difícil seguir compitiendo en el mercado internacional, en el que las series españolas de dibujos animadas son un éxito.

--Pero aún les queda el trámite de la ley en el Senado...

--Efectivamente, y vamos a insistir hasta la saciedad en que se cambien las cosas en el Senado. Todos los grupos políticos nos han dicho, cuando nos hemos visto con ellos, que estaban de acuerdo con nuestra petición; ahora solo falta que lo apoyen. Si no hay ayudas, será un desastre para la animación española.

--¿Cuánto mueven los dibujos animados en España?

--Unos 700 millones de euros al año, aproximadamente. Y el 70% de este montante viene del extranjero.

--¿Y por qué la animación española se ve más en el extranjero?

--Por esa idea de que lo de fuera es mejor y me trago todo lo que me ponen. Y hay imposiciones de las multinacionales: si las TV quieren emitir un filme de éxito, les obligan a comprar todo un paquete de producciones, con sus dibujos animados. En Japón, por ejemplo, ya amortizan sus series, y luego casi las regalan en España porque su negocio es el merchandising, y la tele española solo es soporte de su espot-serie. Nosotros rentabilizamos la serie fuera, pero aquí ni se ve. Hay producciones que ya ni doblamos al castellano.

--¿Qué teles son más favorables?

--Las públicas, principalmente las autonómicas. Con TVE teníamos un convenio que ha caducado y no se renueva. Las privadas, en cambio, apenas nos prestan atención.