Los españoles vieron en Cuatro el final antes que los residentes en la costa oeste de EEUU. Pero dos errores empañaron el madrugón. El tamaño de los subtítulos dejaba parte de las frases fuera de pantalla, y durante un rato, los textos no se correspondieron con los diálogos. Más grave fue el segundo error de bulto: casi seis minutos fueron hurtados. De repente, Locke caminaba con los buenos hacia la luz sin saber cómo se habían encontrado.