Hace justo un año fui recriminado por una atenta lectora que se sintió molesta por un artículo de esta sección en el que reflexionaba sobre Miss Capacitada, concurso de belleza para chicas con minusvalías (visibles, claro). A partir de este show , de origen holandés y que por entonces estaba a punto de exportarse a Gran Bretaña, planteaba el peligro de este tipo de bienintencionadas producciones: bajo el manto del ideal de la integración siempre palpita el peligroso --pero muy lucrativo-- negocio de la morbosidad, a la que es tan propenso el hombre (como bien se puede ver en la tele). Desde esta realidad, preguntaba a quién le interesaría más (y por qué) ver un concurso de belleza con jóvenes ciegas, mancas, cojas... Una pregunta retórica que, obviamente, no quedó bien expresada, por la reacción que provocó.

CRITICAS

Esa crítica viene a cuento por lo que acaba de pasar en la televisión pública británica, donde un desagradable incidente pone en evidencia que aún existen un tipo de minusvalías en nuestra sociedad que no son nada retóricas ni físicas: la BBC ha recibido quejas de padres porque la joven presentadora de un popular canal infantil, Cerrie Burnell, es... ¡manca! Según los preocupados progenitores, una persona sin un brazo puede provocar rechazo a sus adorados retoños, incluso pesadillas nocturnas y, encima, les obliga a "explicar cosas para las que sus hijos aún no están preparados" (quizá son ellos los que no están preparados...). El colmo de esta evidente discapacidad social es el paternal razonamiento que plantean: acusan a la BBC de fichar a Cerrie solo "para ser políticamente correctos y cumplir con su cuota legal de trabajadores con discapacidad".

Y Cerrie Burnell, actriz que ha trabajado en series tan prestigiosas como Eastenders , y que desde enero presenta Do and discover y The bedtime hour (dos de los programas estrella del canal infantil CBeebies), asiste disgustada a este desagradable espectáculo, que nunca hubiera querido protagonizar. A sus 29 años, ella tiene perfectamente asumida su minusvalía: en una entrevista, que concedió poco después de fichar por CBeebies, aseguraba que su juego favorito era el Twister (que consiste en poner pies y manos en las marcas de colores de una alfombra, según va marcando una ruleta). Cerrie, a quien le falta parte del brazo derecho por una malformación congénita, tiene todo el apoyo de la BBC, y ella misma mantiene que su caso sirve para demostrar "lo importante que es tener modelos positivos de discapacitados". Lo preocupante es que, en pleno siglo XXI, y en un país socialmente puntero, tenga que justificarse por ser manca.

Ante esta vergonzosa situación, y sin ánimo de ofender, pregunto: ¿estamos socialmente capacitados para ver con buenos ojos aquel show Miss Capacity?