TVE-1 emite los lunes Smallville , un producto juvenil a medio camino entre Sensación de vivir y los cómics más blancos de la Marvel. En él se presentan los más que improbables años de adolescencia de Supermán antes de instalarse en Metrópolis como periodista. Es una serie ñoña, pero funciona: el pasado lunes, casi tres millones de personas siguieron las peripecias del jovencito Supermán.

El encargado de dar vida al Supermán barbilampiño es Tom Walling, un guaperas bastante sosito. Smallville es un ejemplo de lo que es una serie de gente guapa: todos son unos bollicaos con cuerpos danone. Lo bueno de estos productos es que son biodegradables: tras devorarlos por los ojos, se olvidan sin dejar rastro.