Mala semana para los forenses de la tele. El sábado en Salsa rosa (Tele 5), por ejemplo, tuvieron que recurrir a autopsias de tercera. Una cosa muy triste.

Sacaron el cuerpo de un tal Nacho, exratoncito de una ratomaquia anterior --de quien seguramente ya no se acuerda ni Merceditas--, y pusieron junto a él a otra criatura llamada Yamina, y les practicaron un by-pass con pico y pala para que fluyera entre ellos la bilis.

Luego sacaron a Verónica Salas, señora absolutamente desconocida y cuyo arte consiste en contar que ha sido novia, amante o querida de Víctor Janeiro, hermano de Jesulín. O sea, la Juani del hermanito. Y también sacó el programa a Conchi, la última ex de Andrés Pajares, señora más vista que la carta de ajuste y a la que extirparon en el programa los últimos órganos que le quedaban por donar al culebrón, es decir, los callos y los juanetes.

En suma, autopsias de tercera categoría a falta de los excelentísimos cadáveres habituales que --como los buenos inversores bursátiles-- se han tomado la semana libre para realizar beneficios, es decir, para cobrar los cheques de septiembre y pulírselos a primeros de mes.

Esta utilización de personajes del furgón de cola del tren de la víscera está provocando serios problemas en los televisores de los domicilios españoles. Si ya de por sí son aparatos atascados de basura de todo tipo, la basurilla de esta semana los ha acabado de obstruir.

El Príncipe --. Le dijo ayer por la mañana Jaime Peñafiel a la señora Campos (Día a día , T-5) que el príncipe Felipe debe tomarse con mucha cautela eso de buscar novia y casarse. Y argumentó con gran preocupación: "En algunas monarquías europeas hay princesas que duermen con asesinos".

Horrorizada se quedó doña Teresa, y nosotros más aún. Pero no deja de ser un alivio que los que llevan años empujando al Príncipe a casarse, ahora le frenen. Qué regio pintoresquismo.