Aunque Eva Ugarte ya había aparecido en series como Ciega a citas, Velvet y Bajo sospecha, su papel de entregada (y estresada) madre trabajadora y mujer de Berto Romero en Mira lo que has hecho (Movistar+) le ha dado el espaldarazo definitivo. Ella todavía no tiene hijos, pero la ficción la ha llevado a seguir ligada a los bebés en su nuevo proyecto, la serie Madres, que está rodando Tele 5.

-En la primera temporada, Sandra era el personaje que aportaba mayor estabilidad a la serie, el más centrado de todos. ¿Se mantiene así en los nuevos episodios?

-Sandra no cambia, a Sandra le cambia la vida, pero sí que es la que sigue manteniendo la estabilidad.

-Ese cambio en su vida es que está embarazada de gemelos y, además, se enfrenta a su primera gran crisis con Berto.

-A Sandra le pasan muchas cosas. En la primera temporada era la maternidad. No voy a hacer ningún spoiler, pero en esta segunda es una tras otra, y tras otra, y llega un momento en que menos mal que estalla. Es necesario que estalle. Ese es su momento álgido.

-Vive en una montaña rusa de emociones, y no solo por las hormonas.

-Es un buen símil. Dentro del parque de atracciones, en el que todos sabemos que estamos en una comedia y venimos a pasárnoslo bien y queremos emociones fuertes, esto no sería una de esas atracciones que se quedan a medias. Es como una olla exprés. Si vamos acumulando cosas, todos necesitamos en algún instante un momento de desfogue, y eso le pasa a ella.

-Ahora la vemos ejerciendo no solo de madre de su hijo, sino también un poco de madre de su amiga Bego (Núria Gago), que ha decidido tener un bebé ella sola.

-Sandra toma la decisión de volcarse mucho en Bego y se convierte en una de esas amigas que excede los límites. Representa la sobreprotección que tenemos con las personas que queremos y también, a veces, el juego de no querer mirar lo que te está pasando por dentro. Yo me vuelco en tu problema para no enfrentarme al mío. Esta temporada de Mira lo que has hecho juega todo el rato con los espejos, con las identidades, con la realidad y la ficción.

-Con esa libertad que le dieron, ¿qué le aportó entonces?

-Le he metido cómo veo yo las cosas, cómo me llegan… Por ejemplo, a Sandra no la veían a lo mejor tan emocional o tan apasionada, pero yo le he metido eso porque es lo que observo en la vida, en mi madre, en mis amigas, en mi familia y con tantas cosas que nos pasan a las mujeres con las hormonas. He intentado hacer un personaje completo cara a las emociones, que no solo sea comedia, sino que tenga de todo, como en la vida. Así te aseguras que el espectador se vaya a identificar con ella y, cuando se produce la identificación, llega la empatía, y ahí es cuando la serie llega a la gente.

-¿Después de rodar dos temporadas de la serie, se le ha despertado el instinto maternal?

-Lo tenía desde pequeña. Siempre he pensado que si he nacido siendo mujer, tengo el privilegio de ser madre, lo que me parece un milagro. La serie me ha acercado a este mundo y, además, soy tía y en los últimos tres años ha habido un baby boom a mi alrededor que me ha servido para observar muchas cosas. En el equipo hay muchos padres y madres y el tema está muy cuidado, porque lo esencial en esta serie es la naturalidad, que no se quedase en la comedia, sino que la gente pensara: «¿Esto les ha pasado de verdad?».

-Esta serie podría haberle provocado el efecto contrario, con el estrés que pasa Sandra con la llegada de su primer hijo.

-Para nada, tengo todas las ganas del mundo de ser madre, pero cuando lo tenga todo clarísimo, porque es el mayor riesgo de tu vida. Yo me subiré a la atracción… ¡pero que estén todos los cinturones de seguridad bien puestos y todas las ruedas engrasadas!

-Además. ha fichado por la serie ‘Madres’, que prepara Tele 5.

-¡Sí! Pero esta vez no soy madre, sino ginecóloga. ¡Ayudo a traer bebés al mundo! Estoy haciendo un máster en maternidad, y yo encantada. porque es uno de mis temas favoritos.