En la quinta ratomaquia (Gran hermano , T-5) comienzan a aflorar los malos rollos. Llevan sólo 4 días enjaulados, y algunos ya se odian cordialmente. Aída y Carla no se tragan. El italiano Nicola y la catalana Núria, tampoco. Luhay le decía a Aída, ayer: "Tú eres una prepotente total. Pero yo estoy por encima de todos vosotros". Y Aída contestó, con altivez vallisoletana: "Tú no miras a los ojos", y nos pareció ver la sombra del desprecio en su mirada.

¡Ah! con un poco de suerte correrá la sangre antes de acabar la semana. Por ahora, el momento más crudo, el más perro, fue cuando sorprendimos a Nicola escribiendo un letrero en la puerta del váter que decía, textualmente: "LIMPIEN SU MIERDA". Tremendo: resulta que en la jaula, excepto el italiano, nadie tira de la cadena del váter. Qué vergüenza, compatriotas. Núria, la de Salou, quedó tan horrorizada que pidió a Nicola que rebajase un poco la acidez del mensaje. Le dijo: "Deja LIMPIEN , pero quita MIERDA ". Pierde contundencia pero es más educado. Y luego Núria se metió en un cuarto a meditar. En esas estaba cuando escuchó de pronto golpes secos en la puerta. Era la vaca Antonia que a base de golpear con la cabeza, iba penetrando. Fueron momentos de enorme crispación. Pedía socorro Núria, a grito pelado, ante la penetración de Antonia . Pero nadie la escuchaba. Y acabó aprisionada entre la puerta y la pared, mientras la vaca empujaba. Visto el mal rollo de la jaula, quizá lo que Antonia buscaba era un poco de ternura. Quizá sólo una amistad.

La cama de Alfredo Landa --. Le preguntó Dávila a Alfredo Landa, en El tercer grado (La 2): "¿Y ahora a qué se dedica?". Contestó: "Fundamentalmente a no hacer nada. Cada vez que veo una cama tengo una alegría". Delicioso humor. Entronca con el de aquel gran surrealista, Miguel Mihura, que escribía acostado y le salían las comedias más extraordinarias.