--Véndame usted su nuevo programa como si fuera un potencial espectador...

--Por primera vez, los espectadores de TVE y Radio Nacional van a tener la oportunidad de recibir una respuesta directa de los directivos y profesionales a sus inquietudes, quejas y sugerencias. Se trata de abrir una ventana y un canal de comunicación directísimo con el público. Pero, además de reconocer fallos y errores, pretendemos entretener y educar en lo audiovisual.

--¿Cómo lo van a hacer?

--Vamos a enseñar las tripas de los programas en una sección llamada La trastienda . También repasaremos en Así somos la historia de los españoles a través del archivo de TVE y echaremos una mirada atrás, con una sonrisa, para ver cómo se quejaban los televidentes hace tres décadas y qué contestaban los directivos. Esta sección se llamará El retrovisor y recogerá fragmentos de un hermano mayor de nuestro programa que se emitió en los 80 con el nombre de Tome la palabra . Ahí podremos ver, por ejemplo, a Jesús Hermida recibiendo un vapuleo de las personas que no comulgaban con su estilo y defendiéndose, tupé a un lado y a otro. Intentaremos saber si hemos cambiado mucho respecto a lo que nos gustaba o no de la tele hace nada menos que 30 años.

--¿Por qué se ha tardado 30 años en recuperar una fórmula tan necesaria en una televisión pública?

--En realidad, no se trata de una recuperación. Al crearse hace tres años la figura del defensor del espectador, nuestro estatuto ya preveía que se abriera una ventana de comunicación con el público en la programación. De todos modos, hay que tener en cuenta que en esto de las teles y los formatos todo va por rachas. Ojalá nuestro programa sirva al final para implantar esta moda en todas las cadenas.

--¿No habrá impulsado usted la puesta en marcha del programa para matar el mono de televisión?

--En el año que llevo como defensora no he sentido mono de estar delante de las cámaras. Si acaso, de no estar en las tareas de información, en el día a día. Pero ya venía en el paquete que si se abría esta ventana al público, la abriera yo.

--¿Qué garantías tienen los televidentes de que no se van a censurar las críticas más molestas para los profesionales del ente? Porque, al fin y al cabo, han sido sus compañeros hasta hace dos telediarios, como quien dice.

--Yo diría que confíen en mí. El primer programa arranca con el jefe de los informativos (Fran Llorente), cargo que es la columna vertebral de una televisión pública. Va a contestar a preguntas que no son cómodas, como los criterios con que se confeccionan los informativos o se selecciona a los protagonistas de Tengo una pregunta para usted . Yo puedo asegurar que estoy trabajando con mucha honestidad y que el estatuto otorga independencia a la figura del defensor.