Los responsables de la programación de Televisión Española han demostrado ser más humanos que divinos y han decidido retirar de la parrilla el espacio de entrevistas del showman y escritor Boris Izaguirre por sus bajos resultados de audiencia.

El programa Humanos y divinos, que se estrenó hace apenas un mes con la consigna de recuperar el género de las entrevistas en la cadena estatal, fue sustituido ayer por la miniserie Sally Hemings: un escándalo americano. Las cinco entregas del espacio presentado en la noche de los lunes por Izaguirre obtuvieron una pobre cuota media de pantalla del 6,8%, con poco más de un millón de espectadores.

Ni siquiera la indudable ventaja de emitirse a continuación de las populares Chicas de oro de TVE-1 ha servido para conquistar al público de los lunes, más pendiente de la poderosa oferta de las otras cadenas: CSI y Felipe y Letizia (Telecinco) o Hispania y Gavilanes (Antena 3).

Al popular showman de origen venezolano y conocido defensor carismático de los derechos de los homosexuales tampoco le ha dado demasiado suerte haber contado como padrino de su programa con el gran Raphael, al que siguieron nombres tan destacados como Alex de la Iglesia, Alaska, Elsa Pataky, Eduardo Noriega y Miguel Bosé. Izaguirre deberá seguir buscando nuevas vías para consolidarse como un comunicador serio que borre pasadas experiencias marcianas de la mano de Xavier Sardà.