Rememoraron esta semana en la teleserie Cuéntame cómo pasó (TVE-1) la visita que hizo Nixon a Franco en 1970. La estancia del presidente norteamericano en Madrid provoca humorísticas tensiones en el seno de los Alcántara. El pequeño Carlitos, por ejemplo, considera la visita de Nixon una colonización, una afrenta, y al grito de "¡Un español se basta y se sobra con lo patrio!" agarra a hurtadillas los pantalones tejanos de su hermano --los vaqueros, los blue-jeans auténticamente americanos-- y los echa a la basura como protesta por la visita del mandatario yankee.

Ha sido un capítulo que, cuando los guionistas lo escribieron, seguramente pensaron en hacernos pasar un buen rato. Querían hacernos reír con la mejor intención. No es culpa de esta teleserie que nos hayamos reído poco. No es culpa de ninguna telecomedia que hoy, con lo que nos llega de Irak, los presidentes norteamericanos no nos arranquen ni una carcajada.

Cruz y Raya, modernos --. Nos ha gustado mucho en casa la nueva temporada de Cruz y Raya (TVE-1). Básicamente la presentación del programa. Lo que los expertos llaman careta de entrada. Es fantástica. Han grabado unas escenas con efectos especiales, y parecen dos actores de Matrix . Pero luego, cuando comienzan sus gags, hemos visto que siguen con la boina. La misma boina de cada temporada.

Antena 3 TV sigue sin informar --. Más jornadas de huelga en A-3 TV, y la dirección de la cadena sigue sin informar a la audiencia. En los informativos continúan con la normativa de la semana anterior: ni pío sobre sus propias incidencias.

El viernes, por ejemplo, nos enchufaron un ¿Dónde estás corazón? hecho con retales de otras ediciones emitidas anteriormente. No nos quejamos de la tosca confección, ensamblada de mala manera. Nos quejamos de que nadie avisase a la audiencia de que nos iban a dar un refrito. O sea, gato por liebre. Nos hacen de todo.