Tras casi una década hurgando cadáveres mientras recitaba a Shakespeare en el papel del hierático forense Gil Grissom, William Petersen tomó la decisión de desligarse de su alter ego, pero no así de CSI , en la que aparecía su carismático personaje y en la que sigue como productor ejecutivo. Y este nuevo papel tras las cámaras es el que ha propiciado la presencia del popular actor norteamericano en el MIP-TV de Cannes (Francia), multitudinario mercado internacional de la tele donde Petersen promocionó esta nueva etapa, en la que Laurence Fishburne le sustituye en la policía de Las Vegas.

Sin el menor rastro de su personal barba, Petersen explicó en Cannes que su adiós al personaje se debe a su intención de cambiar de registro para hacer lo que realmente le gusta, el teatro. Y de paso, su idea de dejar los extenuantes ritmos de rodaje que le exige la televisión y que ya le empezaban a pesar: "Pero he de confesar que, aunque hace apenas unos meses que dejé de interpretar el papel de Grissom, ya empiezo a sentir una cierta añoranza", confesó el intérprete.

Por ahora su trabajo se limita a la producción ejecutiva de una serie que es la más vista del mundo, un éxito que ni él ni nadie del equipo se esperaba. "La idea original nació a raíz del mediático caso de OJ Simpson, acusado de matar a su mujer, y que protagonizó una persecución en coche que fue seguida en directo por todas las cadenas --recordó Petersen--. El interés que despertó el juicio, con sus sorprendentes investigaciones forenses, fueron el punto de partida de CSI ". Y el inicio de la exitosa carrera de Petersen, quien ayer bromeaba sobre su poca visión de futuro: "Jerry Bruckheimer responsable de CSI me ofreció la oportunidad de ser productor ejecutivo de la primera franquicia, CSI Miami , pero no lo acepté; no creía que funcionara. Y mi jefe no se equivoca".

Pero pese a su falta de visión, reconoce que ha tenido suerte: "Es un papel que me ha permitido aparentar ser uno de los investigadores más famosos del mundo, cuando en realidad fui un estudiantes de Ciencias malísimo", se jactaba ayer.