--¿Cómo le sentó la dura nota que emitió la cadena SER contra usted?

--Muy mal, pero no pienso decir nunca nada contra la SER. Para mí esa cadena es Bobby Deglané, Vicente Marco, Joaquín Prat, Iñaki Gabilondo, Pepe Domingo Castaño... Todas esas estrellas y los profesionales que curraron con ellos. Para mí la SER es mi madre oyendo radionovelas como Lucecita y mi padre oyendo Hora 25 .

--Hablando de su madre, parece que la cadena se ha portado con usted más bien como una madrastra...

--Por eso mismo, como es todo para mí no voy a decir nunca nada contra ella por mucho que me provoquen. Ni siquiera contra las dos personas con las que tuve la discusión.

--¿Fue tan fuerte como se ha contado esa bronca con el director, Daniel Anido? ¿Hubo insultos graves?

--No hubo ningún insulto, ni mío hacia él ni de él hacia mí. Hubo, eso sí, palabras altisonantes y tacos. Pero nada más.

--¿Y ya no había marcha atrás, después de esa discusión?

--Es que ha habido otras conversaciones de tonos elevados en los dos últimos años. Si tengo que resumir lo que ha pasado, diría que las dos últimas temporadas yo no era feliz por múltiples desencuentros con la dirección.

--Castaño dijo en antena que no entendía cómo se podían acabar así 18 años de trabajo...

Es que prefiero no mirar atrás. Si lo hago y empiezo a pensar que no he podido despedirme de la gente, que no he podido recoger mis cosas, mirar mi correo electrónico... Todo eso me quemaría energía porque tendría resquemor, y yo no quiero sentir odio hacia nadie.

--¿Es verdad, como dice la nota de la SER, que usted les pidió tres millones de euros como indemnización?

--Ellos creo que me exigen siete. Pero eso es asunto de abogados, y el mío me ha recomendado prudencia. Si yo pido tres, ellos siete. Por mí, les daría la mano y me olvidaría de todo esto.

--¿Y qué es lo que ha forzado su salida de la SER para ir a la competencia?

--Por favor, si llevo allí toda mi vida sin pensar nunca mucho más allá de pasado mañana. Lo normal es que me hubiera jubilado allí. Si hasta he conocido a mi mujer en la SER, porque es hija de una trabajadora que se pasó 40 años en la emisora.

--Pero usted recibió una oferta de la COPE hace un año...

--De lo que sucedió en verano prefiero no comentar nada. Estaría diciendo que la COPE me hizo una oferta, y no lo puedo ni quiero reconocer. Sí, reconozco que hubo una oferta plural: no solo para mí, sino para todo mi equipo. La rechazamos y punto.

--También dice la SER que le ha faltado al respeto a la audiencia y a los compañeros...

--Si le falté al respeto a la audiencia me lo debieron de perdonar, porque este año batimos récords de audiencia. Y en cuanto a los compañeros, lo cierto es que el comité de empresa, no siendo yo de plantilla, emitió una nota de lo más cariñosa hacia mí.

--¿Cómo le ha sentado que a sus excompañeros les prohibiesen hablar en antena de su problema?

--Prefiero no hablar del pasado. De mis compañeros solo puedo decir cosas buenas: la mayoría de ellos son amigos, y la mayoría de esos amigos son hermanos.

--Pero estará orgulloso de sus muestras de apoyo fuera del trabajo...

--Lo más conmovedor que me ha pasado desde el nacimiento de mis hijos fue una cena sorpresa que me organizaron el jueves pasado (día 20).

--A muchos de ellos les verá dentro de poco en Suráfrica, cuando viaje con Tele 5...

--Es un motivo más de alegría. Será una relación extraña, pero me alegra verles en cualquier situación.

--Al final verá el Mundial en directo y no desde Madrid, como querían sus exjefes. ¿Se ha quedado a gusto?

--Eso hay que matizarlo. A mí me propusieron ir al Mundial en la segunda fase. Si por problemas económicos hubiera sido, desde el primer día dije que me quedaba en Madrid.

--Como lo de Tele 5 es ocasional, me imagino que estará estudiando ofertas de la radio, que es lo suyo...

--Sí, estoy hablando con mucha gente y he recibido todo tipo de ofertas. Querría tomar la decisión antes del Mundial para poder centrarme en el campeonato, y hacerlo como Dios manda con Tele 5. Quiero tener decidido cuanto antes dónde me gustaría estar en septiembre.

--¿Le acompañará en esa aventura su inseparable Castaño?

--No sé cuál va a ser el futuro de Pepe, pero donde esté él estaré yo. Lo digo al revés de lo que él ha dicho en internet. Me gustaría el resto de mi vida trabajar con Pepe y personas como él.