En todos los centros escolares (públicos o concertados) donde hay matriculado algún alumno con discapacidad intelectual existen profesionales que intentan ofrecerles una ayuda extra. En Extremadura hay 385 colegios e institutos (incluidos los de Educación Especial) adonde acuden estudiantes con trastorno del desarrollo intelectual. Son 1.491 menores que requieren de una atención diferente para, en la medida de lo posible, avanzar en clase.

La etapa de Primaria es la que cuenta con mayor número de matriculados (427); en Bachillerato, sin embargo, solamente asiste al aula una chica con discapacidad intelectual. En Formación Profesional de Grado Medio hay 40; en Grado Superior únicamente 4.

Desde la consejería de Educación y Empleo aseguran que por la comunidad se reparten 506 profesores de audición y lenguaje (AL) y 588 especialistas de pedagogía terapéutica (PT). Además los Centros de Educación Especial (son 17 en la región) disponen de un profesor de educación física.

Pero este alumnado también necesita otros profesionales como son los auxiliares técnicos o cuidadores (ATEs). Son los que, por ejemplo, acompañan a los menores al cuarto de baño. La plantilla de estos profesionales en Extremadura es de 245.

Los centros, además, cuentan con equipos de orientación, pero es un recurso disponible para todos los estudiantes.

Las pautas

Según las pautas que marca Educación, todos los alumnos con trastorno del desarrollo intelectual requieren necesidades específicas de apoyo (el término es ACNEAE), pero a nivel educativo existe una diferencia sustancial entre los estudiantes con discapacidad intelectual leve y los que tiene un grado de moderado a profundo.

En el primer caso se consideran menores con dificultades específicas de aprendizaje (DEA), por lo que es necesario la aplicación de determinados ajustes significativos a nivel curricular.

En el segundo caso, son alumnos con necesidades educativas especiales (NEE).

Según el nivel, se plantean diferentes opciones que empiezan por medidas «más normalizadoras e inclusivas como la escolarización en colegios de Infantil y Primaria con adaptaciones que le permitan seguir el currículo con la menor diferencia posible del resto de sus compañeros», explican desde Educación.

El último paso son los Centros de Educación Especial (CEE), «donde se cuenta con recursos específicos como enfermeros, fisioterapeutas y cuidadores».

En zonas sin suficientes recursos hay Aulas Abiertas adonde acuden quienes presentan mayor dificultad de aprendizaje.