Hay encima de la mesa dos proyectos que deben avanzar en 2020 para mejorar el transporte. Por un lado, la autovía Cáceres-Badajoz. Son las dos únicas capitales de provincia de España que no están unidas por una carretera rápida y de doble vía. La antigua Ex-100 ya ha pasado a manos del Estado y la inversión está desbloqueada. Por otro lado, la conversión de la N-430, una de las más peligrosas del país, en la Autovía del Levante. Hay dos trazados: el norte (siguiendo la N-430 y pasando por La Siberia hasta Ciudad Real) y el sur (por La Serena y llegando a Puertollano).