Más de 100.000 extremeños reciben actualmente algún tipo de tratamiento psiquiátrico a través de los Equipos de Salud Mental del Servicio Extremeño de Salud (SES), los hospitales psiquiátricos y la sanidad privada, según los datos que maneja el propio SES. Pese a lo alarmante de esta cifra, hay que tener en cuenta que más de la mitad de los afectados sufren ansiedad y depresión, dos trastornos no excesivamente graves y cuya incidencia se ha disparado en los últimos años.

El psicólogo y subdirector de Salud Mental del Servicio Extremeño de Salud (SES), Miguel Simón, explica que los 14 equipos de Salud Mental atendieron durante el primer semestre de este año a unos 55.000 pacientes. En el 70% de los casos se trata de casos reincidentes, lo que supone que más de 30.000 extremeños inician cada año un tratamiento de este tipo, mientras que los 70.000 restantes son enfermos que han recaído o visitan al médico para seguir su tratamiento. Los trastornos más habituales son la depresión y la ansiedad, que afectan al 60% de los pacientes (unos 60.000 al año).

También es habitual que estos equipos traten a personas que padecen esquizofrenia (8.000), trastorno de la personalidad (6.000) y anorexia y bulimia (5.000), que destacan como las patologías comunes.

Simón apunta que en los últimos tiempos se está detectando una nueva tendencia en lo que se refiere a la atención psiquiátrica. Así, los trastornos más graves "se mantienen estables", especialmente porque se deben en un alto porcentaje a factores biológicos.

RITMO DE VIDA Lo que sí ha aumentado es la incidencia de otras dolencias como la ansiedad o la depresión, algo que achaca "al nuevo ritmo de vida, a que hay más información y a que hay más dispositivos a los que se puede acceder". Y es que acudir al psiquiatra "ya no tiene esa connotación negativa" que arrastraba históricamente y que ligaba la psiquiatría con la posibilidad de padecer locura.

MULTIDISCIPLINAR Otra de las cosas que ha cambiado significativamente en los últimos años es el concepto de atención psiquiátrica en sí mismo. De esta forma, los Equipos de Salud Mental del SES son en realidad equipos multidisciplinares en los que se integran psiquiatras, psicólogos, enfermeros y, en algunos casos, trabajadores sociales. Simón incide en que en los tiempos que corren la salud mental "no se puede atender sólo recetando pastillas", por lo que se intenta trabajar "con otra visión" y los trabajadores sociales son incluidos en el equipo .

En este modelo, y atendiendo a la realidad social, se incluyen también dos unidades especializadas en los trastornos de la conducta alimentaria (anorexia y bulimia) y otros dos equipos específicos para trastornos del comportamiento infantojuvenil. A éstos se suman seis centros de rehabilitación psicosocial y 11 dispositivos de apoyo social.

La tendencia del modelo extremeño, según el subdirector de Salud Mental del SES, es trasladar los Equipos de Salud Mental a los centros de salud puesto que hasta el 80% de los pacientes llegan derivados de los médicos de Atención Primaria.