La Oficina de Atención a las Víctimas del Ministerio del Interior recibió ayer las primeras 101 solicitudes de regularización de personas afectadas directamente por el atentado como heridos o como familiares inmediatos de los fallecidos. Entre esas solicitudes hay 43 reclamaciones de la nacionalidad española y 5 peticiones de visado de familiares que quieren acudir a España para ver a sus muertos, según responsables de Interior.

El país con mayor número de muertos es Rumanía. Florín Angelo Florián, el cónsul rumano en Barcelona, explicó ayer a este diario que la cifra final es de ocho fallecidos y confía en que ya no se incremente, aunque hay 50 heridos.

Florián explicó que su país ha enviado a un representante especial del Gobierno que encabeza una delegación de Exteriores, Interior y Trabajo, y que se mantendrá en España hasta que se aclare definitivamente la situación en la que se encuentran los rumanos afectados.

Florián explicó que el Gobierno rumano ha declarado para hoy, domingo, día de luto nacional y quiere que sea también de solidaridad con el pueblo español. También estudia enviar un avión especial para repatriar a los rumanos fallecidos. El cónsul agradeció la cooperación de la sociedad española y el "gesto maravilloso" de legalizar a los ciudadanos sin papeles.

El rumano Silvio Jarnea, que estuvo en el último vagón del tren de cercanías que estalló en la estación del Pozo del Tío Raimundo, no lo tiene tan claro. Colaboró a sacar del convoy a varias personas y cuenta que todavía tiene sangre en el zapato por ayudar a una señora en ropa interior porque le ardió el vestido y el abrigo y se desnudó. Pero no resultó herido, ni es familiar de víctima alguna. Sólo amigo de Nicoleta, una joven compatriota fallecida.

Le quedan dos meses de un visado de tres y trabaja de albañil o carpintero, aunque es economista. Se pregunta si podrá regularizar su situación de cara al futuro, pero nadie se lo aclara.

GRATITUD ECUATORIANA Francisco Carrión, el embajador de Ecuador en Madrid, el segundo país con mayor número de víctimas (5), también agradeció al Ejecutivo español la oferta de regularización. El embajador recorrió ayer los dos tanatorios de Madrid con fallecidos de su país y explicó que los funcionarios de su delegación diplomática están certificando la nacionalidad de los heridos visitando todos los hospitales porque han descubierto que hay nombres y apellidos de víctimas que coinciden con los de ciudadanos ecuatorianos pero no son de ese país.

La embajada marroquí ha cifrado oficialmente en tres el número de fallecidos de su nacionalidad y en nueve el de heridos aún hospitalizados. Uno de ellos, Osama, fue enterrado ayer en Tánger. Otros dos cadáveres, los de Sana Ben Salah Imaddaouan y Mhamed Itaiben, serán repatriados al mediodía de hoy para ser enterrados acto seguido en Tánger y Tetuán.

Sana era una chica de 13 años que había nacido en Madrid. Su madre llevaba 16 en España y se encontraba en paro, como su padre. Mhamed Itaiben era un licenciado en lengua árabe.

NADA MAS QUE UN GESTO El presidente de la Asociación de Trabajadores Inmigrantes Marroquís en España (ATIME), Mustafa Mrabet, resumió el sentimiento con que ha sido acogida la oferta del Gobierno por las víctimas. "La mayoría ni siquiera han prestado atención. Al que ha perdido a un familiar en el primer momento le trae sin cuidado incluso que repatrien su cadáver. ¿O es que se han creído que los inmigrantes no tienen sentimientos?" Después de enterrar a los suyos, sostiene que aprecian "el gesto como una cosa positiva, pero nada más".