Con la muerte de 17 militares ayer, el número de soldados españoles que han muerto en misiones interna- cionales en los últimos 10 años asciende a 113.

El accidente aéreo más grave sufrido por el Ejército español tuvo lugar el 26 de mayo del 2003, cuando un avión Yakovlev 42 se estrelló en Trebisonda, al noreste de Turquía. Murieron 62 militares españoles y 12 miembros de la tripulación, y la catástrofe derivó en un agrio debate político. Los interrogantes sobre las causas del siniestro, las pésimas condiciones del avión y el hecho de que no se identificara a las víctimas llevaron a la oposición y a los familiares de los fallecidos a solicitar la dimisión del entonces ministro de Defensa, Federico Trillo. El informe definitivo reveló fallos técnicos y la "extrema fatiga" de los pilotos, que llevaban 22 horas de actividad.

Otro de los días negros para el Ejército español fue el 29 de noviembre del 2003, cuando siete agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) fueron asesinados en Latifiya (Irak) en una emboscada. Meses antes, también perecieron otros tres militares en Irak. Dos de ellos fueron víctimas de sendos atentados, mientras que el tercero recibió un disparo accidental de un compañero cuando éste limpiaba su arma. En total, las Fuerzas Armadas españolas registraron 11 bajas en Irak en poco más de un año. El último español que murió mientras desempeñaba tareas en el extranjero fue un comandante de la Guardia Civil, que recibió un tiro en la cabeza en Al Hamza, el 22 de enero del 2004.

Las misiones españolas en la reconstrucción de Bosnia-Herzegovina se saldaron con la muerte de 18 militares y un intérprete del Ministerio de Defensa entre 1993 y 1999. En Kosovo perecieron cuatro soldados.